Cultura

Zenobia, lectora de excepción en el 98 aniversario de su boda con el poeta

  • Un documento sonoro de la Fundación de Juan Ramón y Zenobia La mujer del poeta moguereño recita el capítulo de La púa

La confluencia de dos efemérides de importancia para la vida de Juan Ramón Jiménez se convierte en la ocasión perfecta para volver a oír la voz de la que fue su musa e inspiración, su esposa, Zenobia Camprubí, leyendo Platero y yo, que celebra centenario, en torno al que hubiera sido su 98 aniversario de boda.

La Casa Natal de Juan Ramón Jiménez de Moguer, localidad natal del poeta, fue ayer el escenario elegido por la Fundación del Nobel para presentar el que hasta el momento es el único documento sonoro que ha salido a la luz de esta mujer, según explicó a Efe el director de la entidad, Antonio Ramírez Almansa.

En él, durante algo más de un minuto, Zenobia se convierte en lectora de excepción de Platero y yo recitando el capítulo de La púa, en el que el Nobel narra cómo cojea su eterno amigo después de haberse clavado una "púa larga y verde de naranjo sano".

Una púa que el mismo poeta le saca para posteriormente llevarlo al "arroyo de los lirios amarillos, para que el agua corriente le lama, con su larga lengua pura la heridilla", se ha podido oír esta tarde en boca de Zenobia.

El documento desvela una voz "dulce, agradable y juvenil", una voz que, según ha indicado Ramírez Almansa, "refleja la mujer que fue, su personalidad".

Se ha querido enmarcar la presentación de este documento inédito, que fue localizado entre los fondos que custodia la fundación, en los actos conmemorativos del que hubiera sido el 98 aniversario de boda de la pareja, que anualmente organiza la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez en colaboración con la Asociación de Mujeres de Moguer Zenobia.

La pareja Juan Ramón Jiménez Mantecón y Zenobia Camprubí Aymar se casó el 2 de marzo de 1916, tres años después de conocerse, en la iglesia de Saint Stephen en Nueva York. Ella tenía 28 años y él 34, iniciando ambos a partir de entonces una de las más fructíferas relaciones afectivas, personales y profesionales que se han dado en la historia de la literatura universal.

Un archivo sonoro que este año cobra más relevancia por tratarse de la lectura de un capítulo de Platero y yo ya que en 2014 se está celebrando el centenario de la publicación de esta obra que jugó un papel fundamental en la concesión del Nobel al poeta moguereño.

Se cree que la grabación se pudo realizar en la etapa del exilio del matrimonio, en Puerto Rico, allá por los años 50, es decir, unos 34 años después de su publicación y ahora, 56 años después se recupera para que todo el que lo desee pueda ponerle voz a esa mujer determinante para Juan Ramón Jiménez.

Una voz que puede que muy pronto vuelva a escucharse, esta vez no recitando, sino preguntando, entrevistando a su propio marido, ya que el documento no se limita sólo al minuto y medio que se ha limpiado y recuperado para esta ocasión.

A la lectura de La púa le sigue otra grabación en la que Zenobia entrevista a Juan Ramón Jiménez otro testimonio inédito de la vida de ambos en el que ya está trabajando la Fundación para poder darlo a conocer.

Por el momento, habrá que conformarse con el presentado ayer con el que Platero ha logrado convertirse también, este año, en protagonista del aniversario de boda de su creador en la que no sólo se ha podido escuchar la voz de Zenobia, sino la de más de una decena de personas de distintas nacionalidades que en sus respectivos idiomas han leído aquello de "Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón...".

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