Cultura

Viaje a las entrañas del Museo

  • El Provincial de Huelva organiza visitas guiadas a las salas, fondos y taller de restauración

Hace cuatro décadas que se inauguró el edificio del Museo Provincial de Huelva. Fundado en 1920 como Museo de Bellas Artes, tras pasar por varias sedes, el 12 de octubre de 1973 se ubicó definitivamente en la edificación de la Alameda Sundheim, donde se unieron las colecciones de arqueología y Bellas Artes. Con motivo de su cuarenta aniversario se han organizado visitas guiadas, a cargo de docentes e investigadores de la Universidad de Huelva, que comprenden las exposiciones permanentes de Arqueología y Bellas Artes, los fondos del museo, el taller de restauración y la biblioteca.

La primera visita tuvo lugar ayer, a las cuatro y media de la tarde. Los visitantes fueron recibidos por el director del Museo, Pablo Guisande, que los invitó a conocer las piezas y las funciones de las instalaciones museísticas. La visita comenzó en la Sala de Arqueología, donde Jessica O'Kelly, encargada del centro de interpretación arqueológica de la Almagra, condujo al grupo por "los inicios de las raíces de Huelva", un recorrido que arranca en el quinto milenio antes de Cristo, basado en los materiales encontrados en yacimientos en distintos puntos de la provincia.

Con el Neolítico entró en escena Moisés Rodríguez, doctor en prehistoria e historia, que subrayó que la actividad metalúrgica en Huelva es mucho más antigua de lo que se viene manteniendo hasta ahora. Explicó que en el yacimiento del Cabezo Juré, en Alosno, se constata que a finales del IV y principios del III milenio anterior a nuestra era existía una comunidad dedicada a la minería y metalurgia. "Su tecnología de producción era sofisticada y sabían el tipo de leña que debían utilizar en función de un horno u otro".

Tras la intervención de Rodríguez, O´Kelly continuó guiando a los visitantes en un paseo por el tiempo, destacando algunas de las piezas expuestas como los ídolos del Seminario, las dos figuras de Reshef halladas en la Ría o el ungüentario de alabastro de la necrópolis de la Joya, pasándole el testigo a Salvador Delgado, especialista en la época romana, que se paró en algunos de los objetos como el torso de Mercurio, del siglo II d.C; las cabezas de Calígula y Agripina la Menor; un fragmento de una ley romana o el ara con decoración de guirnalda, de primera mitad del siglo II d.C, encontrada en la plaza de las Monjas.

De la Sala de Arqueología se pasó a los fondos de Arqueología, en el sótano del edificio. "Aquí está todo, no hay ninguna laguna de la historia de Huelva", apuntó el director del Museo. En este espacio, Clara Toscano, docente de la UHU, realiza una revisión de materiales arqueológicos, ya que "ahora hay más información y otra metodología de trabajo que aplicar". Sobre una mesa había piezas del yacimiento La Atalayuela, de la Palma del Condado, con las que está trabajando y mostró las labores de reconstrucción de una vasija a partir de los fragmentos encontrados.

Junto a su mesa de trabajo se encuentra el cañón que apareció cerca de la Costa, entre el Portil y El Rompido, realizado con cobre de Riotinto y Lima, que fue fundido el 27 de septiembre de 1797, así como el maletín con los ídolos no tallados con los que se completará el discurso expositivo de la Sala de Arqueología.

De los fondos de arqueología los visitantes fueron al taller de restauración, donde el restaurador Enrique Balbontín está trabajando en la escultura de San Sebastián, del siglo XVI, obra de Gaspar del Águila, una talla de cedro, a la que Balbontín ha quitado la policromía de una anterior restauración y el estuco, con el objetivo de recuperar su imagen original. Ahora va a eliminar los añadidos (nariz, hombro y tupé). La visita continuó por la sala de Bellas Artes.

Las visitas guiadas se realizarán hasta el día 12. En turno de tarde, a las 16:30 y a las 18.30, hasta el viernes -las mañanas están reservadas a los escolares-, y el sábado, a las 12:00 y a las 18:00.

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