Cultura

Terror sobrenatural

  • Renée Zellweger encarna en esta película de puro terror psicológico una trabajadora social.

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T.O.: "Case 39" .- Producción: Estados Unidos, 2009.- Duración: 109 minutos.- Dirección: Christian Alvart.- Guión: Ray Wright.- Fotografía: Hagen Bogdanski.- Música: Michi Britsch.- Montaje: Mark Goldblatt.- Intérpretes: Renée Zellweger, Judelle Ferland, Ian McShane, Mike Barron, Bradley Cooper, Kerry O´Malley, Callum Keith Rennie, Adrian Lester, Georgia Craig.

Acostumbramos a comentar en nuestras críticas sobre películas como la que ahora nos ocupa, que nunca faltan en la cartelera títulos de cine de terror. En el momento de escribir esta crítica permanecen en cartel todavía, Exorcismo en Connecticut y Arrástrame al infierno, prueba evidente de que se siguen haciendo películas de este género porque continúa siendo rentable. Con lo cual el estreno de Expediente 39 no nos puede sorprender. Lo que si puede asombrar a algunos es ver a la protagonista, Renée Zellweger interpretando a un personaje totalmente alejado a sus habituales actuaciones que pueden ir desde El diario de Bridget Jones (2000) a Ejecutiva en apuros (2009), que cito en el primer caso porque es uno de los títulos que más se recuerdan de ella y en el segundo porque es la película más reciente que vimos el pasado mes de junio, como muchos recordarán.

Ese personaje que encarna la actriz en esta película de puro terror psicológico es a una trabajadora social acostumbrada a tratar con los peores tipos humanos. En este caso una situación que se relaciona con un maltrato infantil de lo más agresivo. Es justo el Expediente nº 39 a que hace mención el título del film. Entre los conflictos que trata Emily pasa a constituir su máxima preocupación. Una pareja intenta matar a su hija Lilith, una niña de diez años que está siendo maltratada por sus progenitores en el curso de un extraño ritual. Aunque Emily evita comprometerse demasiado en su trabajo, se llevará a la pequeña a su propia casa hasta que pueda encontrarle una institución de acogida que se haga cargo convenientemente de ella. A partir de ahí se inician una serie de misteriosos fenómenos que la desequilibrarán anímicamente y afectarán tanto a ella como a su pareja y al policía que tratará de ayudarla.

En su debut en el cine norteamericano el director alemán Christian Alvart estaba empeñado en abordar una historia de terror sobre miedos reales que trató de captar el guión de Ray Wright, sobre todo a la hora de entrañar en la narración las emociones de ciertas familias desestructuradas. En este caso incluye también el control de determinadas mentes infantiles. En este thriller terrorífico y sobrenatural el realizador parece dejar adivinar a las primeras de cambio las claves de su relato y ello se va evidenciando a medida que transcurre la película, con lo cual le está dando un aire previsible que afecta directamente a la intriga, tan interesante y proverbial en estos casos.

Estamos ante aquella fórmula tan habitual en el género de que nada es lo que parece a través del clásico procedimiento del personaje infantil, en ciertos aspectos encantador, pero que oculta un secreto espantoso. A pesar de todo Christian Alvart ha hecho todo lo posible para dotar a su puesta en escena de incertidumbre, tratando de sembrar en cada momento la inquietud en el espectador. En esa línea se mantiene eludiendo el doble juego y los trucos excesivos, aunque no falten algunos efectos supuestamente forzados. Es singular la misión de la trabajadora social, que encarna Renée Zellweger, en su noble intención de ayudar y orientar la vida de los niños que protege, intentando conseguir tutelajes y adopciones dignas para ellos.

Aún así sorprendemos bastantes situaciones ya conocidas y pasajes propios de este tipo de relatos. En este caso con una casi obsesiva impostación de la música que contribuye con su omnipresencia a fomentar el sobresalto en el público. Un punto de partida que se promete interesante para el espectador, tras un desarrollo narrativo no tan brillante como parecía indicar el principio, nos lleva a una conclusión que no es la más convincente que deseáramos. Dentro de la norma habitual de estos temas de horror psicológico o sobrenatural no queda en mal lugar y los aficionados al género verán la película con interés. Con el voluntarioso trabajo de Renée Zellweger, destaquemos la interpretación de la pequeña Jodelle Ferland, prometedora y de cautivador encanto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios