A través de un sketch protagonizado por payasos, profesionales de la consulta de educación diabetológica enseñaron, en el salón de actos del Hospital Infanta Elena, a un grupo de doce niños con diabetes tipo I, con edades comprendidas entre los 4 y los 9 años de edad, la importancia de hacerse la prueba del azúcar, así como las pautas que deben seguir a la hora de comer, con el objetivo de que vayan conociendo conceptos de la enfermedad.

Toñi López, enfermera de la consulta de educación diabetológica, señaló que los pequeños aprenden con juegos, de ahí que en este taller optaran por una pequeña obra teatral de carácter didáctico en la que se representaba un día de campamento, "Ellos pueden ir de excursión, pueden hacer de todo, pero teniendo cuidado". López comentó que es esencial que realicen ejercicio, lleven una alimentación sana y sigan su tratamiento. La enfermera subrayó que lo más difícil en estas edades "es que lo entiendan" y adquieran hábitos dirigidos a controlar su enfermedad.

Durante la sesión educativa, también se les enseñó a los pequeños a diferenciar los grupos de alimentos. López apuntó que los niños tienen "que ver las cosas" para aprenderlas, de ahí que no faltaran productos alimenticios en el taller. Los menores estuvieron acompañados por sus padres.

De una forma sencilla y amena se le dieron a los pequeños recomendaciones sobre alimentación y ejercicio, así como sobre el necesario control de la presencia de glucosa en sangre y la dosificación del tratamiento que deben seguir. López explicó que la prueba del azúcar se la hacen los críos, la insulina se la ponen sus padres, "que le van diciendo las unidades que le ponen y los niños se van quedado con ello".

Con actividades en forma de juego se abordaron cuestiones importantes para la salud del menor como la necesaria implicación, ajustada a su edad, que debe mantener a la hora de afrontar su autocuidado, fomentando también el contacto con otros menores de edades similares que se encuentran en la misma situación y que viven su proceso de una forma normalizada mostrándoles a ellos y sus padres, que son los que viven la enfermedad con una mayor ansiedad, una forma eficaz de controlar la diabetes sin que renuncien a ser niños.

Esta iniciativa forma parte de las actuaciones que llevan a cabo las consultas de educación diabetológica siguiendo las estrategias del Plan Integral de Diabetes, que tiene en marcha la Consejería de Salud, con el fin de que los pacientes conozcan los principales rasgos de su enfermedad, los signos de alerta ante una mala evolución, la alimentación más adecuada para controlarla, los beneficios de la actividad física, las posibles contraindicaciones de algunos fármacos, las complicaciones más frecuentes, los cuidados del pie diabético, la información en torno a la planificación familiar y el embarazo, los aspectos psicosociales que rodean a la diabetes, y todo lo relacionado con hábitos saludables que puedan contrarrestar sus efectos.