Cultura

Sexo en el campus

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva y Al Andalus Ayamonte.- Producción: España, 2009.- Duración: 93 minutos.- Dirección: Miguel Ángel Lamata.- Guión: Miguel Ángel Lamata y Miguel Ángel Aijón.- Fotografía: Teo Delgado.- Música: Roque Baños.- Montaje: Alejandro Lázaro.- Intérpretes: Norma Ruiz, Fele Martínez, Amaia Salamanca, Adam Jezierski, Pilar Rubio, Santiago Segura, Salomé Jiménez, Joaquín Reyes, Miguel Ángel Muñoz.

La fórmula empleada para los éxitos taquilleros de Mentiras y gordas (2009) y Fuga de cerebros (2009), que tan estupendamente funcionó y salvó un tanto las cifras del cine español de aquel año, es la misma que Miguel Ángel Lamata ha empleado para esta Tensión sexual no resuelta que es su tercera película tras Una de zombis (2003) y Disi alto voltaje (2006). El procedimiento no es otro que el utilizado hasta la saciedad en el cine norteamericano, especialmente el cultivado asiduamente por el productor, guionista y director Judd Apatow desde American pie (1999) hasta otros numerosos sucedáneos especialmente referidos a aventuras sexuales en el ámbito universitario.

Juanjo, el protagonista, un profesor universitario, se siente consternado porque su novia le ha abandonado. Está persuadido de que está siendo manipulado y en busca de una solución recurre a uno de sus alumnos, precisamente el más descarado y de peor catadura, Nico, para tratar de arreglar el noviazgo. Nada más equivocado porque el remedio pasa a ser peor que la enfermedad. Todo se complica y se convierte en un juego endiablado donde romanticismo y desconcierto vienen a jugar los mismos papeles.

Es más que evidente y por ello no haría falta reconocerlo que Miguel Ángel Lamata no ha ido más allá de conseguir taquilla con las fórmulas de los films precedentes citados al principio de esta crítica. Hay alguna novedad un poco más inteligente que en los casos anteriores a nivel de guión como es la crítica que se hace de la clase política, sin que la sangre llegue al río, la corrosiva visión de cierto tipo de músicos del momento, los libros más vendidos sobre sistemas de autoayuda, las perspectivas deformadas del feminismo y las presunciones elitistas de cierta clase intelectual demasiado petulante. Pero con estos elementos, que en principio pueden ser válidos y sugerentes, todo se queda en agua de borrajas a la hora de ponerlos en escena.

Así las cosas cabe insistir en las exclusivas apetencias comerciales del proyecto que se aprecia descaradamente en la elección de las estrellas del reparto como Amaia Salamanca, una de las divas de Sin tetas no hay paraíso (2008) y figura fija de las crónicas del corazón; Adam Jezierski, muy popular por Física y química (2007); Pilar Rubio, notablemente conocida como presentadora de espacios populares de televisión, si bien en el elenco hay intérpretes más notables como Fele Martínez y Miguel Ángel Rodríguez, dignos de mejor suerte. Pero esto es lo de menos porque no pasa de ser una figuración a tono con el mediocre producto para el que actúan estos y otros jóvenes actores y actrices.

En conjunto no hay más que el repertorio conocido de estos pretextos, supuestamente cinematográficos, con proliferación de chistes, la mayoría con muy poca gracia y con propensión al sexo especialmente y cuyo fin siempre está al borde de la cama o dentro de ella con distintas modalidades de tipo sexual. ¡Ah! y la consabida aparición estelar de Santiago Segura, lo que se llama un cameo, que a fuerza de repetirse está llegando al patetismo más ridículo. Pésima realización y absolutamente prescindible. Pero será rentable en la taquilla.

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