Cultura

Rocío Márquez pone un deslumbrante broche de oro al Festival 'Jazz Higuera'

  • La cita cumple su décima edición

Actuación de Rocío Márquez en la plaza de toros de Higuera de la Sierra.

Actuación de Rocío Márquez en la plaza de toros de Higuera de la Sierra. / J. M. Brazo Mena

El Festival Jazz Higuera, uno de los referentes de esta modalidad musical en España, cerró el pasado sábado su décima edición con un concierto protagonizado por Rocío Márquez, en la plaza de toros de Higuera de la Sierra. El público, que completó el aforo permitido por pandemia, pudo disfrutar del deslumbrante espectáculo de la cantaora onubense, que actuó acompañada del guitarrista granadino Miguel Ángel Cortés.

La artista de Huelva abrió el espectáculo con los cantes de ida y vuelta, interpretando magistralmente una guajira en la que Rocío mezcló letrillas de habaneras, para continuar su repertorio con un tango argentino por bulerías y rematar el bloque con el cante solemne de la petenera, acompañada con el toque de la guitarra precisa y rompedora de Miguel Ángel, de la que sabe sacar los mejores sones, con un ojo en la tradición y otro en la vanguardia.

El auditorio higuereño, pudo escuchar también la peculiar interpretación que hizo Rocío de la Elegía a Ramón Sijé, el poema de Miguel Hernández que Morente metió en su día por cantes de levante. El maestro granadino estuvo muy presente en el repertorio de la cantaora, no sólo en la interpretación anterior, también en el Chiquilín de Bachín, un tango argentino al que él le cambió el ritmo de vals por el de bulerías.

La artista onubense que ha sido encumbrada por la prensa como “la voz de la nueva generación del cante jondo”, interpretó después una rondeña de José Menese, con la letra comprometida de su compositor personal, Moreno Galván, “dentro de su apuesta por hacer una revisión constante de los palos del flamenco, planteándolos desde la libertad con otras letras, otra métrica, jugando con otra sonoridad”.

Uno de los grandes momentos del concierto se produjo cuando Rocío abordó a capela un romance reivindicativo, entre cantado y recitado (método que le sienta de maravilla), del poeta de Moguer, Antonio Orihuela, en la línea del movimiento de poesía de la conciencia. Para terminar, Márquez recaló en el género coplero con una ronda de cuplés por bulerías: Me embrujaste y Se nos rompió el amor, como en su disco de Visto en el Jueves (2019).

En la propina, Rocío interpretó a capela fandangos de su tierra natal, como no podía ser de otra manera, cantes que aprendió en la Peña Flamenca de Huelva, donde desde la edad de nueve años recibió clases de flamenco. La cantaora fue agasajada en Higuera con el premio especial Charlie Porker del festival por su disco Visto en el Jueves, recibiendo un jamón serrano de las bodegas Eiriz, de Corteconcepción, colaborador habitual del evento musical.

Sobre la edición de este año, cabe destacar que la asociación Amigos del Jazz en Higuera, encargada de organizar el festival en colaboración con el Ayuntamiento higuereño y la Diputación provincial, organizó un formato distinto, incluyendo cuatro conciertos que se desarrollaron este verano en distintas fechas y auditorios del pueblo, marcados por un estricto control sanitario y con limitación de aforo.

El portavoz de los Amigos del Jazz, Javier Repiso, destacó al respecto “la conexión con el público a través de conciertos en espacios singulares de Higuera”, además de resaltar “la impecable organización, sobre todo en el cumplimiento de las medidas Covid, que ha hecho de estos conciertos un espacio seguro que permite divisar un horizonte más ambicioso en cuanto a la programación”.

Del mismo modo, Repiso señaló que “hemos aprendido para futuras ediciones, no siempre hay que poner una barra en el lugar del concierto, ni programar jornadas maratonianas. Los futuros festivales, en caso de hacerse, deben estar mucho más profesionalizados, y sin perder la esencia asociativa, que es la que hace un evento con tanta humanidad, pero necesitamos más recursos para poder seguir creciendo”.

El portavoz de la organización recordó que en julio la banda Jam-Tonic "nos hizo pensar por un momento que estábamos en uno de los festivales de antes de pandemia, Jazzy Lola presentó su disco Música y Química con un concierto de altura, y Natalia Ruciero junto a Rafa Arregui asombraron con su virtuosismo. Todas las entradas se agotaron para todos los conciertos, destacando el de Rocío Márquez que volaron en menos de dos horas”.

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