Cultura

Rafael Adamuz rescata el primer macrojuicio sumarial del franquismo

  • El periodista presenta la novela histórica 'La memoria varada' A través de unas cartas inéditas, reconstruye el episodio de los mineros onubenses de La Pañoleta

Cuando el periodista Rafael Adamuz atendió la llamada de Luis Cassà no fue consciente de lo que esta significaría. El riotinteño contactó con la pionera sección sobre Memoria Histórica del magazine de Canal Sur Radio para realizar una petición relacionada con el episodio de los mineros de La Pañoleta. Quería saber cómo conseguir el certificado de defunción de su abuelo, Luis Marín Bermejo, y Adamuz le puso en contacto con varias personas.

Meses después, un cámara de Andalucía Directo pidió al periodista que reprodujera la llamada de Cassà para un reportaje que preparaba. Fue en ese momento cuando Adamuz se enteró de que aquel hombre que un día llamó a su programa era el padre de su compañero. Este último le comentó que al morir su tío encontraron las cartas escritas por Luis Marín Bermejo cuando estuvo preso en el barco Cabo Carvoeiro junto a otros 69 detenidos.

Este "diario en toda regla" supuso el punto de partida de un reto en el que el coordinador de la redacción de Canal Sur Radio en Huelva ha estado inmerso durante cuatro intensos años. El resultado es La memoria varada, una aventura literaria -la primera- en la que rescata los sucesos del 19 de julio del 36, cuando una columna minera onubense, a la que debía unirse otra compuesta por la Guardia Civil y fuerzas de asalto, llegó a las proximidades de Sevilla para combatir el golpe militar que acababa de triunfar allí.

El grupo, compuesto en su mayoría por jóvenes mineros y campesinos, fue reclutado por políticos republicanos que lideraron la marcha, planeada desde Madrid. Sin embargo, no alcanzaron la capital hispalense. A las puertas de la ciudad, en la barriada de La Pañoleta, los mismos guardias civiles que tenían órdenes de acompañarles les tendieron una emboscada.

"La orden se dio desde Huelva, a raíz del estallido del alzamiento, procedente del general Pozas, que tenía en ese momento las riendas del gobierno republicano. Pero el fallo garrafal fue encomendar esa misión a Gregorio Haro", comenta. El resultado: "nueve muertos y setenta detenidos" encerrados en el Cabo Carvoeiro, la prisión improvisada en un barco de cabotaje atracado en el Guadalquivir.

En sus estrechas bodegas, en pleno verano, permanecieron en condiciones inhumanas y fueron sometidos al fin a un macrojuicio que fue, según sostiene el periodista, el mayor Consejo de Guerra celebrado en los albores de la Guerra Civil en España.

La propuesta de Adamuz "no es una novela al uso". El autor ha creado un puzle y novelarlo "no ha sido fácil", tal y como reconoce. El lector será el encargado de descubrir las piezas, tendrá que colocarlas. El juicio, la reconstrucción de los hechos de La Pañoleta, las cartas de Luis, la investigación, así como lo que sucede en Huelva y la historia de Haro centran las tramas propuestas. Las historias que laten en las páginas del libro arrancan en un mismo tiempo y, aunque aparentemente no tienen nada que ver unas con otras, más tarde convergen en un final único, un desenlace sorprendente.

Las cartas de Marín Bermejo constituyen el corazón de la novela y arrojan datos inéditos. En ellas, "Luis muestra la incertidumbre y el desconcierto propios de quien se encuentra preso de la noche a la mañana. También reflejan el día a día, los sentimientos que experimenta al no tener a su familia y al saber que no saldrá del barco. Sus letras están llenas de dramatismo y rabia porque es consciente de que va a morir".

Los destinatarios de las letras de Luis son tres: Ángela, su esposa; Marín Bermejo, su cuñado, que vivía en Sevilla y tenía cierta influencia en el Puerto; y Juanito, un sobrino vinculado a la Hermandad de la Macarena. Ambos hicieron por ayudarle, extremo que forma parte de una de las tramas de la novela y que fue constatado por Adamuz en su investigación.

Junto al epistolario, las otras fuentes de las que ha bebido el autor para reconstruir la historia son "el expediente 95-36", que constituye "el grueso y columna vertebral" de la novela. Sus más de 700 folios fueron desmenuzados y transcritos por el investigador. "Ahí viene todo, desde la detención hasta los fusilamientos. Me he servido del proceso sumarial, que incluye las declaraciones de los 70 detenidos, lo que ocurre tras los mismos, el posterior Consejo de Guerra con las intervenciones del fiscal y las sentencias, además de dos atestados, el de Camas y el de Sanlúcar, que me han valido para reconstruir fielmente los hechos", explica.

En esta ópera prima "ardua y compleja", el lector se verá inmerso en un juicio del 36 e irá atando cabos y sacando sus propias conclusiones a partir de las declaraciones judiciales que en dos días se hicieron en el barco a estas 70 personas, lo que "dice mucho del interés que había por parte de los militares de resolver pronto el asunto, aunque luego los dejaron más días en el barco".

Adamuz, al que le brillan los ojos cuando habla del agradecimiento que algunas personas le han transmitido al tener conocimiento de su trabajo, aporta en esta obra una tesis propia -avalada por expertos- tras analizar el Consejo de Guerra, aunque advierte que será el lector el que tenga acceso a la misma. Eso sí, confiesa que le sorprendió tanto lo que descubrió que tuvo claro que tenía que escribir una novela para hacerlo público.

Lo que no duda en desvelar es que en este trabajo son importantes todos los nombres. No en vano, que los 70 implicados estuvieran presentes fue "una condición irrenunciable" para escribir la novela. Además, el periodista se siente parte de la familia de Luis Marín Bermejo porque desde el principio asumió los hechos como si hubiera sido su abuelo o bisabuelo el que hubiera formado parte de la columna.

Pero esta empatía no sorprende a quien le conoce. Porque Adamuz siempre se ha sentido muy cercano a los represaliados del franquismo, a "todas aquellas personas que sufrieron los crímenes e injusticias del golpe militar y del régimen fascista posterior". Su propia familia, según asegura, "también sufrió sus consecuencias".

Introducida por una frase de Baltasar Garzón, ("La memoria fortalece el futuro de los pueblos. No olvidar sucesos como el de La Pañoleta nos muestra la urgencia de la justicia"), la novela será presentada a las 19:00 de esta tarde por el propio autor, acompañado por Juan Cobos Wilkins, en la Facultad de Derecho. Ediciones Atlantis pone a la venta desde hoy este grito contra el olvido en el que ha puesto todo su empeño.

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