Dicen que sólo se canta lo que se pierde... Y lo que se gana. Tal vez por eso esta mexicana con carita de niña tímida ha conseguido colarse en lo más alto de las listas de éxitos. Sus canciones cuentan historias pequeñas, que podrían ser las de cualquier mortal. En esta entrevista saca a pasear sus acordes y un par de confesiones que la acercarán a un público que ya es devoto de su 'toque tequila', con Limón y Sal.

-Mientras que el resto de las niñas desean ser peluqueras o profesoras cuando son pequeñas, usted anunciaba a bombo y platillo que se dedicaría a dirigir una orquesta. ¿Siempre tuvo tan clara su vocación como parece?

-Pues... Sí. Mis papás no son músicos, se dedican a la fotografía, pero tienen una faceta melómana muy fuerte. Con tan sólo ocho años empecé mis estudios de piano clásico y me di cuenta de que esto es lo que me gusta. Empecé con un trío instrumental y luego me he ido descubriendo como intérprete y compositora. La música es lo que más me interesa en esta vida, me siento cómoda en todas sus facetas.

-En una ocasión declaró que Sí había sido un experimento y que Limón y Sal le sirvió para afianzar su relación con el público. ¿Qué espera de este recopilatorio en versión 'desenchufada'?

-Todo este disco es un niño mimado para mí. Entiendo que es un importante reconocimiento a mi trabajo y además me ha dado la oportunidad de investigar con sonidos poco convencionales como el del bajo de seis cuerdas, el ukulele, etc.

-Si tuviese que recomendar sólo una de las quince pinceladas que componen esta obra de arte, ¿por cuál se decantaría?

-¡No puedo quedarme sólo con una canción!. Me siento muy orgullosa de lo que hemos conseguido hacer con Cómo sé, que ha cambiado completamente, a excepción de la melodía. Pero también me gusta mucho Algún día, uno de los temas inéditos, que cuenta con la colaboración del maestro Óscar Gustavo Santaolalla

-Hablando de colaboraciones, usted ha contribuido en los discos de gente como Coti y Miguel Bosé, pero quizás el dueto que más ha llamado la atención fue el que hizo con la rapera jerezana Mala Rodríguez. ¿Cómo surgió la idea de cantar juntas?

-Yo siempre he sido muy fan de María, creo que ese acento sevillano que tiene rapeando le da un toque diferente, que no tiene nadie ahora mismo. Me invitó a trabajar con ella en su último disco, Malamarismo e hicimos Tiempo Pa Pensar. Ahora he sido yo la que la ha invitado a la fiesta con el tema Eres Para Mi.

-La MTV ha confiado también en Ricky Martin y en Alejandro Sanz para editar un compacto acústico. ¿Es que los artistas latinos están de moda?

-Quiero creer que el éxito de los cantantes hispanoamericanos es más que un fenómeno pasajero. Estamos hablando de dos tipos con mucho talento...

-José Muñoz, cantante y autor de las letras de Estopa, se quejaba en una entrevista para este medio de que la industria presta demasiada atención a la música comercial. ¿Te sumas a su reivindicación en pro de los compositores ?

-Yo creo que hay sitio para todos. No es negativo convertirte en un 'superventas', lo malo es partir de una fórmula para comercializar y tratar la música como un paquete.

-Cuentan que uno de sus ídolos musicales son Café Tacuba y otro, Joaquín Sabina. ¿Es cierto que el cantautor español le dedicó un poema?

-Sí, me morí. Fue después de participar en un disco homenaje a su figura con la canción Corre dijo la tortuga. Siento mucha afinidad con artistas de aquí como Bunbury o Los Planetas, y me disfruto tocando en este país. Con un poco de suerte, volveré de gira a finales de septiembre.

-Ha subastado el vestido que lleva en el show de la MTV para contribuir a la lucha contra el sida. ¿Qué le diría a los jóvenes para impedir que esta enfermedad se siga propagando?

-Les pediría que se concienciasen de que el sexo es algo muy bonito, si se practica de manera responsable. Tiene que cuidar de su cuerpo y de la persona con quien duermen.

-¿Qué siente por su Tijuana natal?

-Tijuana es todo lo que soy. Pero al salir de México me di cuenta de que todos somos iguales, aunque comamos cosas distintas.