Cultura

Punta Umbría baila y bebe los vientos por el isleño Manuel Carrasco

  • Aforo completo en el polideportivo Antonio Gil Hernández, donde el artista ofreció anoche un exitoso concierto Pop, rock, flamenco y carnaval, en la coctelera del onubense

El primer festival Punta de Estrellas, de Punta Umbría, por el que han pasado estos días ni más ni menos que Miguel Poveda y Raphael, cerró anoche su tríada estelar con un broche final de altura: el conciertazo de Manuel Carrasco. 

Desde bien temprano ya había gente haciendo cola a las puertas del polideportivo municipal Antonio Gil Hernández. Cualquier cosa para ver al cantautor isleño de cerca. Una de las fans que se apostaba a primera hora de la tarde en la zona es Almudena Prieto, a la que le hacía "mucha ilusión porque hace años que no venía a un concierto". Ha sido de las últimas afortunadas en conseguir una entrada: "La compré el lunes y ya apenas quedaban". De hecho, se agotaron todas hace un par de días, como el propio hermano del cantante anunciaba en su red social.

Varios autobuses partieron desde su localidad natal, Isla Cristina, llenos de fans dispuestas a dar el máximo en el recital, pertrechados todos con las banderas amarillas de franjas blanquiazules que luego ondearían en el polideportivo mientras cantaban a pleno pulmón. Una de ellas, María Martín, indicaba a este periódico durante el viaje que "es un orgullo ir a un concierto de nuestro paisano; tenemos muchos nervios y emoción".

Para otra de las seguidoras de Manuel, Soraya Sánchez Contioso, cada recital es "un sueño". No se pierde ninguno de los que ofrece el artista por tierras onubenses y otros años ha viajado fuera de nuestras fronteras para disfrutar con su música en vivo. Cuando a pasadas las 22:30 empezó el espectáculo Bailar el viento, ella, como otros tantos miles de personas, gritaba, aplaudía y "lloramos como una Magdalena".

Con la canción Tambores de guerra,que se incluye en su último trabajo discográfico, Bailar el viento, el isleño salía al escenario ante el furor de una masa entregada desde el primer acorde de la banda. Los espectadores bebieron los vientos por él desde el minuto uno, en una noche de agosto menos calurosa de lo esperado pero caldeada por el ambiente imparable.

Siete trabajos discográficos avalan ya la trayectoria de Carrasco, que llena cualquier estadio que pisa gracias al tirón de su música y a la sal que le pone a todos sus conciertos. Verlo en directo es una experiencia única, más que recomendable.

En el recital de anoche, en el que Punta Umbría y toda Huelva se rindieron a sus pies, repasó prácticamente todos los temas del último disco (Aprieta, UnoxUno...), con versiones más bailables de muchos de ellos, pero también repasó su amplia discografía.

Uno de los instantes más especiales de la noche llegaba con una estampa inolvidable: Manuel Carrasco sentado al piano e interpretando un popurrí de canciones tan hermosas como Qué nos está pasando, Porque, Menos mal o Libre. Fue un momento de calma tras la tormenta que es capaz de desatar sobre el escenario, en el que se deja la piel y pone cada uno de sus sentidos. El sonido, excelente.

Tan solo tú, Habla o En el bar de los pesares también formaron parte de la fiesta, toques rockeros que hicieron botar al público sin parar. En la recta final del esperado concierto, Manuel Carrasco echó mano de sus raíces. Dedicó una bulería a Punta Umbría, que tocó acompañado por su guitarra, con la voz desnuda. También dejó guiños al Carnaval de Isla Cristina con uno de los pasodobles que él mismo escribió para la comparsa Los Afortunados, con música suya pero letra inédita, Yo te vi pasar. Los aplausos avivaban el viento puntaumbrieño, que se sumaba a la fiesta del onubense como si él también quisiera bailarse.

Y así, con la sensación de haber ofrecido un gran concierto y presumiendo de su tierra y de su gente, se despidió el artista del respetable, que ya cuenta los días para el reencuentro.

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