Los 'Pokemon' y el factor tiempo

La conmovedora serie Pokemon Mundo Misterioso vuelve a nosotros con novedades. Tras el título precedente, Equipo de Rescate Azul, y alejada ya de la plataforma Game Boy Advance, la saga de Nintendo vuelve a una línea argumental con francas similitudes: por alguna desconocida razón despertamos convertidos en una criatura Pokemon (resuelta según las características que hemos aclarado en un previo test de personalidad), y la presencia de un carismático acompañante nos guiará por los escollos del mundo Pokemon. Un mundo ahora alterado por cambios en el tiempo cronológico, que genera bichitos malignos a quienes tendremos que enfrentarnos.

A pesar de la similitud entre tramas, bastante comentada en los medios, notamos que este nuevo título aporta personajes mucho más elaborados que en entregas previas: hablamos por ejemplo de nuestro acompañante, un pusilánime personaje que paradójicamente desea con todas sus fuerzas ser un aventurero. Encontrar a nuestro protagonista será para él un detonante ideal para iniciarse en el universo de los exploradores, capitaneado por el Gran Bluff, que dará lugar a gags desopilantes con su nombre como objeto ("Bajo ningún concepto podéis faltar al respeto al Gran Bluff", enuncia el guía de nuestros personajes). También el cobro por los trabajos será materia de risas, en tanto que la mayor parte de la remuneración irá a parar a las arcas del grupo de exploración, ironía que queda patente en la frase "casi todo el dinero de estas misiones va a parar al Gran Bluff". El tono humorístico presenta por tanto una gran riqueza, y el diseño del mundo Pokemon nos asegura la mejor tradición de RPG, tomando como eje de acción el tablón de anuncios de los villanos del día (la narrativa en el descubrimiento del primer malvado es especialmente cartooniana), y con un protagonista sobre el que recae el poder de terribles visiones futuras y, cual Johnny Smith en la novela de Stephen King La zona muerta, la responsabilidad de evitarlas.

Así pues la trama principal discurrirá inexorable en este sentido, aunque matizada con minijuegos y pequeñas subtramas de rescate durante su desarrollo. En la sucesión de escenarios donde ocurren estas misiones, estructurados en varios pisos y cuyos itinerarios quedan resueltos en una solución de mapeado simultáneo a la acción, la mezcla de 2D y 3D que ya es marca de la serie no será una excepción, aunque la mejora gráfica en este título será notable, en gran medida gracias a la explotación de las posibilidades de Nintendo DS, una consola que no deja de sorprendernos en su búsqueda constante de innovaciones y mejoras (no hay más que recordar el reciente Soul Bubbles). Una música ajustada a los hechos, un puñado de personajes encantadores, un argumento esquemático pero atractivo y la posibilidad de pedir ayuda a través de la conexión Wi-Fi a otros jugadores conectados a la red, enriquecen un título destinado a proporcionar muchas horas de entretenimiento a los usuarios de la portátil de Nintendo.