Miguel Ángel Perera, herido grave el pasado domingo en la plaza de Mérida, donde su primer toro le infirió una cornada, se encuentra ya en su domicilio de Badajoz. El torero fue operado de "una herida en el tercio medio de la cara anterior del muslo derecho que afecta al cuádriceps".

El doctor Juan Luis Hernández de la Rosa, quien le operó en la enfermería de la plaza, prevé un período mínimo de 10 días en la recuperación del torero extremeño. Sin embargo, Perera quiere reapecer a comienzos de la próxima semana. Así se lo ha manifestado a su apoderado, el matador de toros sevillano Fernando Cepeda, quien ayer explicaba a esta redacción: "Lo prudente sería esperar esos diez días porque la herida ha causado muchos destrozos y tiene muchos puntos. Es una herida amplia que tiene que cicatrizar. Miguel Ángel, que de ánimo está tocado, ha pasado una pésima noche. Ahora descansa y no puede hablar con nadie. Su idea es volver en cinco o seis días. Yo creo que si todo marcha bien podría volver a vestirse de luces, posiblemente, a comienzos de la próxima semana, el martes, en Murcia, una feria con un público muy agradable". En el festejo previsto para ese compromiso, alternaría con Rafael Rubio Rafaelillo y Julián López El Juli, con toros de Fuente Ymbro. Incluso, cabe la posibilidad de que toreara el día anterior, en Aranda de Duero.

Miguel Ángel Perera perderá un festejo cada día y entre las grandes citas no estará presente -según señala su apoderado- en las dos corridas de Valladolid, con Morante y Castella, y Ponce y Tendero; así como otro cartel de lujo en Albacete, con Vicente Barrera y José Tomás.