Cultura

'Paisajes interiores', la inflexión artística de Pedro Rodríguez

  • El pintor inaugura hoy en la Casa Colón una muestra concebida desde la libertad y en la que cambia la tabla por el papel

Regresa tras cuatro años y medio sin exponer en solitario. Lo hace (aunque avalado por una trayectoria de casi 20 años) con los nervios propios de quien ofrece lo mejor de sí en su tierra y con una propuesta que rompe de forma radical con lo brindado hasta ahora. Porque Pedro Rodríguez se ha dejado llevar, ha huido de cualquier corsé, ha experimentado y el fruto de ese libertario punto de inflexión artística es Paisajes interiores, la muestra que a las 20:00 de esta tarde inaugura en la Casa Colón.

Fue el año pasado, a raíz de su participación en una muestra colectiva sobre el Conquero comisionada por Juan Carlos Castro Crespo, cuando el creador onubense se planteó cambiar de registro. En aquella exposición titulada La eternidad del Conquero -en la que también participaron Fran Mora, Pepe Bonaño e Ismael Rodríguez- Pedro Rodríguez ya ofreció una aportación distinta a la que habitualmente el público acostumbraba a ver de él. La visión contemporánea y abstracta del espacio onubense (por el que tanta querencia tuvo Pedro Gómez) captada por el entonces paisajista puro no fue sino la muestra de una "necesidad de cambiar".

"Lo que hacía antes siempre estaba supeditado al paisaje y a la imagen real (...) Llevaba mucho tiempo pintando paisaje urbano y, además, con la misma factura y técnica. Me apetecía hacer algo más libre y más personal. Empecé a trabajar con el soporte del papel y se me abrieron unas posibilidades enormes. Vi que era interesante porque el papel conseguía una serie de calidades y de efectos que la tabla, que era el soporte que yo normalmente usaba, no me daba", comenta el artista.

De esta manera, incentivado por sus propios compañeros, afrontó el reto de trabajar en un formato más grande y gracias al cual "se consiguen cosas muy buenas". La aventura le permitió disfrutar mucho, aunque no se libró de la inseguridad de quien aborda un trabajo de una forma completamente distinta a la habitual.

"Sentía esa necesidad porque llevaba mucho tiempo sin dar continuidad a las cosas distintas que a veces hacía. Ahora me apetecía hacer una exposición importante", explica. Y el resultado ha sido muy enriquecedor. Un total de 36 obras componen Paisajes interiores, cuyo título alude al momento en el que el pintor se encuentra: "Necesito mirar un poco más hacia mí, hacia mi interior, y no centrarme tanto en el motivo, aunque aparentemente éste sea muy reconocible".

Esa manera más libre, personal y sugerente de abordar los temas se evidencia sobre todo en las piezas de una de las tres series que componen la exposición, la dedicada a los paisajes rurales. En ella, Rodríguez Garrido hace un uso "salvaje" del color y se deja llevar por lo que le sugiere, por ejemplo, la visión de un tránsito en tren hacia Madrid o lo que le inspira Córdoba.

Las otras dos series de Paisajes interiores están inspiradas en las montañas nevadas de Sierra Nevada y en el muelle de la Compañía de Minas de Riotinto. Pero estos tres temas por los que el artista siente atracción son realmente secundarios. Porque lo verdaderamente importante, por encima del tema, es la pintura en si misma.

"Mis esfuerzos están más centrados en el cómo se hacen las cosas, en la calidad de la pintura y de la materia, o en utilizar un color, en el caso de los paisajes rurales, de una forma más arbitraria y emocional, dejándome llevar por lo que me apetece y lo que me sugieren las imágenes", señala. No obstante, en estas obras creadas con técnicas mixtas (ha usado desde la pintura en spray a acrílicos, óleos, pastel al óleo, entre otras), el artista no abandona su inconfundible sello.

Hasta el próximo 4 de mayo puede visitarse esta muestra en la Casa Colón de la capital, en horario de 18:00 a 21:00, de lunes a jueves; de 11:00 a 13:30 y de 18:00 a 21:00, los jueves, y de 11:00 a 13:30, los sábados.

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