Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
CineBox Aqualon Puerto y Cines Artesiete Holea Huelva.- Producción: Estados Unidos, 2015.- T.O: 'The weeding ringer'.- Duración: 101 minutos.- Dirección: Jeremy Garelick.- Guión: Jeremy Garelick y Jay Lavender.- Fotografía: Bradford Lipson.- Música: Christopher Lennertz.- Montaje: Jeff Groth, Shelly Westerman y Byron Wong.- Intérpretes: Kevin Hart, Josh Gad, Kaley Cuoco-Sweeting, Olivia Thirlby, Mimi Rogers, Jorge García, Ken Howard, Jennifer Lewis, Alan Ritchsoin.
Volvemos al manido tema de las bodas. Recordemos los títulos que fácilmente vendrán a la memoria de todos. Las comedias sobre enlaces matrimoniales de los que el cine de los últimos tiempos -y no es asunto exclusivo de los que corremos- tanto ha abundado. Las referencias más inmediatas, si se me permite algún precedente a mano, son Despedida de soltero (1984) o Hitch, especialista en ligues (2005), salvando las distancias, lógicamente. No hay novedades notables en los esquemas que la película que hoy nos ocupa plantea a simple vista. Ni tampoco bajo un análisis más profundo que no procede. Sí es cierto que su director, Jeremy Garelick, ayudante de director de Joel Schumacher y Tod Phillips, con quien trabajó en Resacón en Las Vegas (2009) -lo cual es ya una muy significativa referencia- aborda aquí su primer largometraje y para ello ha contado con destacadas figuras de la comedia estadounidense.
El protagonista de esta película es Doug Harris, un tipo que encanta a todo el mundo pero cuyas relaciones sociales no consiguen el mismo éxito. No tiene muchos amigos, aunque a su prometida haya asegurado lo contrario, y se dispone a casarse. Faltan sólo dos semanas para unirse para siempre con la chica que ama, que es la mujer de sus sueños. Su gran problema es que no tiene padrino. En medio de su contrariedad, alguien le habla de una empresa cuyo fundador es Jimmy Callahan y cuya razón social es Padrinos SA. Él le puede facilitar padrinos de alquiler, testigos de boda -aunque estos parezcan "los Goonies, crecidos y convertidos en violadores"- y todo lo que sea necesario.
Uno de esos destacados intérpretes de El gurú de las bodas es Kevin Hart, que encarna al personaje que organiza bodas a gente sin amigos. Es uno de los actores del grupo del gran director y productor, Judd Apatow, autor de tantas comedias desmadradas del tipo de la que hoy consideramos, y lo pudimos ver en Scary movie 3 (2003) -parodia de películas de terror- y La gran revancha (2013). Con él, el novio, que encarna Josh Gad, también avezado en el género cómico y que viéramos en Los becarios (2014). Con ellos, la jovencísima Kaley Cuoco-Sweeting, que se ha hecho muy popular por el éxito de la serie televisiva The Big Band Theory (2007).
Con tan estupendos intérpretes, la película se queda en la ya habitual comedia gamberra en la que abundan los malentendidos, chistes y ocurrencias graciosas de bajo o ínfimo calibre, y la ya imprescindible escatología. Son ellos, los actores, y especialmente los secundarios, lo que hacen más digestible esta nueva muestra de contenido previsible, diversión en buena parte frustrada, formas y expresiones groseras, de discutibles intenciones raciales y que falla en su principal propósito: hacer reír. Un aliento para solteros. Insisto: lo mejor, los intérpretes.
QUIROGA
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