Pablo Sycet recopila en 'Corazonada' una obra del amor y el erotismo

Es la evolución del pintor en veinticinco años de creación y avatares sentimentales · Es la primera vez que estos cuadros pintados de manera independiente se muestran conjuntamente en una exposición

Pablo Sycet junto a una de las obras que expone en 'Corazonadas'.
Pablo Sycet junto a una de las obras que expone en 'Corazonadas'.
Eduardo J. Sugrañes / Huelva

16 de junio 2010 - 05:00

A lo largo del cuarto de siglo que recorre la exposición Corazonadas, la presencia de los sentimientos amorosos y el erotismo que de ellos deriva ha sido determinante en la pintura de Pablo Sycet. Esa presencia constante del devenir sentimental, del deseo y de la experiencia amorosa en su pintura llevaron a Pablo Sycet a incorporar una serie de símbolos en su lenguaje plástico que funcionan a modo de claves secretas con las que interpretar estas obras e imprimirle sentido a ese corazón que está tan presente en esta selección de obras, a las que hermana y agrupa a través de los años mediante esa pulsión del sentimiento amoroso que subyace en todas ellas y también imanta a su más reciente producción.

En Corazonadas se recuperan para su exhibición muchas obras que no se muestran en público desde el momento en que se pintaron y expusieron en las correspondientes individuales de la época, así como otras pinturas que nunca se exhibieron en público o sólo se pudieron contemplar muy brevemente en exposiciones colectivas temáticas. Es, por ello, una selección adecuada para conocer la evolución de este pintor en veinticinco años de creación y avatares sentimentales, porque estas obras, como dice el propio Pablo Sycet, "surgieron de amores y azares, de muchas emociones, tan fugaces como reflejos, pero que tuvieron para mí el efecto mágico e imprevisto de una corazonada".

Pablo Sycet señala que 25 años "es más que un ciclo son ciclones". En Corazonadas, la exposición que promueve la Diputación de Huelva, "los cuadros están hilvanados por la motivación sentimental, ese es el motor de la obra, el vaivén del amor y el erotismo que me ha ido moviendo a trabajar". Sycet dice que llega a ser "una pintura orgánica-orgásmica movida por los sentimientos, las emociones, cuando estoy enamorado suelo trabajar con otro pulso".

Ahora llega esta exposición al Hotel París porque asegura es el momento de andar recopilando. "Esta temática es una oportunidad de ver esa ligazón que está vinculada a distintas personas pero con un argumento común; es un mismo asunto con distinto registro". El pintor añade que a estas alturas de su vida ya no es capaz de recordar cuáles fueron las verdaderas motivaciones que afectaron profundamente a su pintura, en el tránsito de los setenta a los ochenta, y la transformaron hasta convertirla en lo que sigue siendo aún hoy, "la verdadera expresión de mi propio deseo". Asegura que ha sido "mi experiencia amorosa y erótica la que consciente o inconscientemete, ha proporcionado esas fugaces impresiones para poder construir cuadros con la huida del tiempo". Desde entonces hasta hoy en su obra plástica hay "una inequívoca correlación entre lo sentido y lo pintado, de tal manera que casi se podría hacer una crónica sentimental de mi existir al hilo de estas tres décadas largas de mancharme las manos y también el alma, con los colores que han dado cuerpo a las obras que conforman esta exposición". La música que suena también está vinculada al amor y fueron compuesta por Sycet para artistas como Luz Casal.

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