El primer director artístico del Teatro de la Maestranza de sevilla, Lluís Andreu, falleció el pasado domingo a los 80 años en Barcelona, su ciudad natal. Andreu llegó en 1991 al coliseo sevillano procedente del Gran Teatro del Liceo de la Ciudad Condal, donde desempeñó, entre 1981 y 1990, las mismas funciones para las que fue contratado en Sevilla.

Andreu asumió ese encargo en una etapa crucial para el Maestranza, en plena cuenta atrás para los fastos de la Exposición Universal de 1992, y con el objetivo fundamental de confeccionar una programación suficiente tanto en calidad como en cantidad para poner en marcha la maquinaria de un teatro que nació con el objetivo de convertirse en el buque insignia de la cultura sevillana y en un referente para la música en Andalucía.

Como responsable del Liceo barcelonés, según expresó ayer esta institución en un comunicado, Andreu contribuyó a ponerlo "en el lugar que le correspondía" en un momento de cambio en la gestión del emblemático espacio. Al frente de su dirección artística promovió la contratación de grandes voces como Luciano Pavarotti, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Mirella Freni, Montserrat Caballé y Josep Carreras, entre otros, y potenció el Coro y la Orquesta Sinfónica con la llegada de Uwe Mund, Romano Gandolfi y Vittorio Sicuri.

Al margen de su actividad como gestor, Andreu debutó en el Liceo como barítono en 1956, y su carrera como solista se perpetuó hasta la temporada 1966-1967. Posteriormente trabajó como agente artístico hasta su llegada a los despachos institucionales.