Miedos de ayer y de hoy

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva y Multicines Al Andalus Punta Umbría.- T.O.: 'Intruders'.- Producción: España, Estados Unidos y Reino Unido, 2011.- Duración: 100 minutos.- Dirección: Juan Carlos Fresnadillo.- Guión: Nicolás Casariego y Jaime Marqués.- Fotografía: Enrique Chediak.- Música: Roque Baños.- Montaje: Nacho Ruiz Capillas.- Intérpretes: Clive Owen, Carice Van Houten, Daniel Brühl, Pilar López de Ayala, Ella Purnell, Izán Corchero, Kerry Fox, Héctor Alterio

El muy favorable recuerdo que tenemos de la película 28 semanas después (2007), que le mereció una valiosa acogida internacional, avala justificadamente nuestra expectación ante un nuevo título de Juan Carlos Fresnadillo. Ya lo teníamos desde su prometedor debut con Intacto (2001) y vemos que aquella confianza que pusimos en su talento está plenamente justificada. Diríamos de Fresnadillo lo mismo que afirmábamos hace unos días con ocasión de la crítica de No habrá paz para los malvados (2011), del director de esta película Enrique Urbizu: "¡Lástima que no se prodigue más!".

En este tenso e intenso relato de terror tenemos unas historias paralelas separadas por la distancia, aunque relacionadas por una misma sensación: el miedo. Juan, un niño de siete años, extraordionariamente imaginativo, en su casa de un barrio humilde de Madrid, sufre la violenta visión de un intruso sin rostro. En Londres, Mía, niña de doce años, a punto de superar la adolescencia, lee a sus compañeros de clase un misterioso relato sobre Carahueca, monstruo que persigue a los niños. En esa misma fecha su padre, John Farrow, sufre un accidente en el rascacielos en construcción donde trabaja. Tres vidas separadas por muchos kilómetros que se verán profundamente conmocionadas por unos extraños difícilmente evitables.

Juan Carlos Fresnadillo nos propone una película de terror diferente. Muy distinta a los films del género que suelen abundar en nuestras carteleras. Con los elementos propios de esta especialidad cinematográfica juega hábilmente con la psicología de los personajes y con las percepciones que éstos y las circunstancias por las que pasan puedan sensibilizar al espectador. A éste le traslada una emoción arraigada en él de niño, como en tantos otros, que suele confundirse con la sensación de culpa y de temor ante amenzas posibles y terrores desconocidos. Algo que en cierto modo es también una especie de desasosiego que nos produce esa impresión de incertidumbre y paranoia por la inseguridad propia de nuestros días y nuestras angustias económicas.

Miedos de ayer y de hoy donde lo atávico y lo esotérico conjugan un clima de pesadilla en un ámbito estremecedor que va del drama psicológico a la negra fantasía, de la intriga al terror puro y duro. Si Juan Carlos Fresnadillo se sintió muy impresionado viendo a los 16 años Encadenados (1946), de Alfred Hitchcock, no cabe duda de que ha hecho realidad su empeño de realizar ese tipo de cine. Eso sí con personalidad propia.