Cultura

Matalascañas, el ocio como puntal turístico

  • Deporte, talleres de esculturas en la arena, conciertos o carreras de de cintas de caballos, actividades más demandadas este verano

El carácter visionario de Franklin Roosevelt, presidente de los Estados Unidos, le llevó a afirmar que "la alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro". Y no le falta razón. En un entorno tan competitivo como el turismo, los elementos que marcan el hecho diferencial son los que logran decantarnos por uno u otro destino.

El Ayuntamiento de Almonte se ha aplicado esta máxima, poniendo toda la carne en el asador a la hora de 'alegrar' al visitante confeccionado una programación ambiciosa a nivel cultural y lúdico. Todo para satisfacer el instinto epicúreo de un turista exigente que ya no sólo se conforma con una mera oferta de sol y playa.

El alcalde de la localidad, José Antonio Domínguez, resalta que, "aunque Matalascañas dispone de suficientes recursos endógenos para atraer el turismo, hemos querido sumar un plus que contribuya al resurgir que está experimentando la costa de Doñana, gracias a actividades de ocio que tienen como trasfondo no sólo cultivar el espíritu hedonista de los más jóvenes, sino seducir a todo tipo de públicos para que encuentren en este destino una programación atractiva y para toda la familia".

En ella ha tenido cabida el deporte con la inclusión del sexto Open de Futvoley, a lo largo de las playas de Huelva,;o la travesía a nado emulando a David Meca; la divulgación de la ciencia con la Plantada de Telescopios dirigida por la Asociación Astronómica Juan Pérez Mercader; la tercera Fiesta de la Bici, en la que participaron hasta tres generaciones de familias; los talleres de esculturas en la arena en la propia costa para construir gigantes esculturas; conciertos de música con grupos como Siempre Así; eventos como el Game Festival, que puso a jugar a centenares niños, jóvenes y padres; amén de sesiones de spinning o zumba en el paseo marítimo de Caño Guerrero. Junto a estas propuestas, se desarrollaron actividades como el Mercado de Las Sabinas, que permaneció abierto de martes a domingo en el Recinto Surfasaurus hasta las 02:00 de la madrugada albergando actividades de diferente índole según el día de la semana.

Los turistas también pudieron disfrutar de citas de solera, como las carreras de cintas a caballo por la playa. Un espectáculo que funde la tradición ganadera y que congrega cada año a miles de visitantes llamados por presenciar el galope y la maestría de los jinetes marismeños. Pero, sin lugar a dudas, otro de los eventos que más expectación generó fue el espectáculo de mapping interactivo que se realizó sobre la Torre Almena, símbolo de la costa de Doñana.

En síntesis, una constelación de actividades para mejorar la llegada de turistas, evitando, además, que su presencia se limite al tiempo de disfrute en la playa. De estas sinergias se ha retroalimentado al sector de la hostelería, que ha constatado como, al calor de estas actividades, ha existido una mayor predisposición a estar más tiempo en la playa disfrutando de estas actividades y también tomando algo en los establecimientos de la zona.

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