Cultura

Marta Sanz conquista el premio Herralde con la novela 'Farándula'

  • La escritora indaga en el mundo de los actores de teatro Miguel Ángel Hernández, finalista

La escritora madrileña Marta Sanz ganó ayer el XXXIII Premio Herralde de Novela con la obra Farándula, presentada bajo el título ficticio Faralaes y tarántula y oculta tras el seudónimo de Lorenzo Lucas. El jurado, compuesto por Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina Foix y el propio editor, Jorge Herralde, proclamó finalista El instante de peligro, del murciano Miguel Ángel Hernández.

Valeria Falcón es una de las protagonistas de Farándula, una actriz de cierta notoriedad que cada jueves visita a una vieja gloria del teatro, Ana Urrutia, quien padece el síndrome de Diógenes y no tiene donde caerse muerta. Su ocaso se solapa con la eclosión de un capullo en flor, Natalia de Miguel, una joven aspirante que enamora al cínico Lorenzo Lucas, álter ego del crítico teatral Addison DeWitt en la película Eva al desnudo. Por su parte, el ganador de la copa Volpi, Daniel Valls, confronta su éxito, su dinero y su glamur con la posibilidad de su compromiso político. Charlotte Saint-Clair, su esposa, lo cuida como una geisha y odia a Valeria, gran amiga de Daniel.

Un ictus, el montaje teatral de Eva al desnudo y la firma de un manifiesto desencadenan el desenlace ante el lector.

La ganadora señaló que Farándula, como todas sus novelas, "sale de hilos sueltos que quedaron en otras novelas, y en este caso el hilo suelto proviene de Daniela Astor y la caja negra, donde ya se veía ese interés entre frívolo y político por ese mundo del espectáculo, de las imágenes".

En Farándula, añade Sanz, "el mundo de los actores de teatro y el interés por esa supuesta banalidad comienza a formar parte de nuestra sentimentalidad y de nuestra manera de ver el mundo".

Hay otro punto de conexión con Daniela Astor y la caja negra: la perturbadora distancia entre lo vivo y lo contado.

La autora establece conexiones de la novela ganadora con otras novelas anteriores suyas como Animales domésticos y Susana y los viejos, "en lo que tiene de satírica, de polifónica, de exagerada, en el punto de vista estilístico y en el uso de la risa como forma de expresión de la indignación".

Farándula, resume Sanz, cuenta "una historia de actores muy reconocibles, pero ninguno identificable". "Aparecen sagas familiares de actores, las grandes divas, las actrices de televisión que se ganan la vida haciendo una serie pero que a veces tienen que dar clases en una escuela, jóvenes actores que comienzan y que sirven copas por la noche, un actor que no quiere saber nada de política y el actor que está siempre firmando manifiestos", advierte.

En Farándula, "los actores son un oxímoron, porque son un icono de nuestra sociedad en los que se juntan la máxima adoración y el odio más gratuito, que a veces se confunde con la libertad de expresión", señala Sanz, para quien "el trabajo del actor del que se habla en la novela es un trabajo físico, que se coloca en el polo opuesto de las pantallas digitales y de los móviles".

Sanz, indicó Herralde, "no se parece a ningún otro escritor de este país", sobre todo por su habilidad para moverse en varios géneros como la poesía, los relatos, los ensayos, muy militantes a menudo, y las novelas, que a su vez también se mueven en muchos registros.

El finalista, Miguel Ángel Hernández, reveló que El instante de peligro", su segunda novela, es "más ambiciosa literariamente y más comprometida personalmente que la primera", Intento de escapada. "Podría verse en esta nueva novela el reverso de 'Intento de escapada', una novela sobre la decepción, mientras que esta segunda es un reencantamiento con el arte", apuntó.

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