Todo esfuerzo merece la pena con tal de estar unos segundos junto a Manuel Carrasco. Justo el tiempo que el cantante isleño necesita para firmar un ejemplar de su último trabajo discográfico. Así lo consideran los admiradores del artista. Una larga cola se formó ayer desde primeras horas de la mañana en el entorno del Corte Inglés de Huelva, donde a las cuatro de la tarde iba a comenzar la firma del disco, aunque ésta finalmente se demoró cuarenta minutos.

El artista quiso estar en Huelva el mismo día de la salida a la venta de La cruz del mapa. Dos horas y media después de la apertura del Centro Comercial Costa Luz, a las doce y media de la mañana, las ventas del CD habían superado las mil unidades, según indicaron desde el Corte Inglés.

El espacio habilitado para esta firma de discos fue la Plaza del Titán, situada encima del centro comercial, debido a la gran afluencia de personas registrada en esta cita de Manuel Carrasco con sus fanes.

Seguidoras del artista isleño

A los seguidores no les importó pasar horas de espera con tal de ver de cerca al artista y llevarse el nuevo disco, dedicado y firmado. El álbum compuesto por catorce temas fue grabado en los míticos estudios de Abbey Road, en Londres.

Larga se le hizo a la mayoría de los asistentes la espera. Bajo un sol de justicia, concentrados en la Plaza del Titán, aguardaron a que el cantante hiciera acto de presencia. Cada vez que se abría la puerta por la que debía salir se oía el griterío de los admiradores, precedido por “Lolo, lolo, lolo”, coreado al compás por cientos de voces.

Todos con los móviles en las manos esperaban atentos para grabar cada segundo del paso del artista por la capital onubense en esta presentación de su nuevo trabajo discográfico en forma de firma de disco. “¿Cuándo va a salir Manuel?”, decía uno de sus más jóvenes seguidores ya pasadas las cuatro y media de la tarde. “Lolo, Lolo, Lolo”, volvieron a corear, hasta que a las cinco menos veinte de la tarde salió el artista, en medio de un griterío.

Manuel Carrasco se dirigió a la mesa, colocada bajo una carpa, y se sentó para iniciar la firma de disco, una niña fue la primera en llevarle su CD para que se lo dedicara. Entre los primeros que accedieron al artista se encontraba un grupo de personas con discapacidad, a las que se dirigió el cantante una a una. Fue el inicio de una intensa jornada de encuentro de cantante con su público onubense.