Luz Marina Baltasar vuelve su mirada a la mujer en las paredes de Almenta

El restaurante Almenta presentó hace unos días su nueva apuesta por las artes plásticas al convertir sus instalaciones de la calle Marina en un nuevo espacio expositivo que ha inaugurado la dibujante riojana Luz Marina Baltasar con dos colecciones de grafitos que componen Building a woman, abierta al público desde el pasado 20 de septiembre.

Baltasar (Logroño, 1981) reúne en esta muestra dos series de dibujos realizados en grafito sobre papel, que suponen una mirada profunda sobre la mujer. En la primera de ellas, según explica la comisaria de la exposición, Elena Caranca, se plantea el concepto hogar-casa-refugio con la utilización de diferentes metáforas sobre recuerdos y objetos de juegos infantiles. Los trampantojos y la casa, asegura, son las claves para una lectura sobre la elucubración de la estabilidad y/o la felicidad en la edad adulta.

La otra serie de dibujos que se exhibe en el restaurante Almenta ya se pudo ver hace tres años en el espacio expositivo sevillano El Butrón, durante el Festival Mirada de Mujeres 2014, donde servía como análisis del rol de la mujer en la publicidad actual.

En este caso, Luz Marina Baltasar extrae de las revistas imágenes llenas de iconos fetichistas relacionados con la belleza femenina doblándolas y descomponiéndolas para dejar en algunas de ellas palabras a la vista, a modo de collage. La identidad, explica Caranca, se pone en duda quebrando sus cuerpos, marcando estereotipos y reduciendo el ideal en el papel.

Si en la primera parte de la exposición, como apuntó el artista y comisario Ignacio Tovar, "no está hablando de las expectativas de felicidad que crea la pedagogía de los más pequeños", en la segunda se rescata la denuncia que hizo Simone de Beauvoir sobre la cosificación femenina en El segundo sexo: "Cuidar de su belleza, vestirse, es una suerte de trabajo que le permite apropiarse de su persona como se apropia del hogar para las faenas domésticas".