Justamente el día que se cumplían 88 años de la cogida de Manuel Báez Litri en Málaga tenía lugar en el Museo Provincial de Huelva la presentación del dibujo de José Dabrio, un apunte de la época que recoge con total fidelidad la realidad de aquel 18 de febrero en el momento que Manuel Báez Litri fallecía tras una semana de batallar la cirugía de la época con esa cornada de Málaga.

Todo un personaje de esta Huelva para un apunte que desde ayer está colgado como parte de esa exposición permanente del Museo Provincial de Huelva que acogió la idea de Manuel Dabrio, el hijo del pintor, al resolver éste dejar como patrimonio cultural para la ciudad el citado retrato.

Mañana de intenso perfume taurino en el salón de actos del museo onubense que acogía la presencia de Miguel Báez Litri, hermano de Manuel, y del hasta ahora último representante de la dinastía, Miguel Báez Espínola, que acudieron hasta Huelva para representar a ese apellido tan enraizado en la sociedad y la historia de la ciudad.

El acto se enmarca dentro de ese programa que el museo denomina como la Pieza del Mes, en el que Huelva Información se ha implicado como patrocinador de dicho programa.

El acto de ayer acogió la presencia del Delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Vicente Zarza, quien habló de la excelente oportunidad de recordar el gran patrimonio cultural que el mundo del toro y sus personajes representan para la provincia.

Zarza agradeció la generosa donación de este dibujo que pasa a engrosar la colección propia del Museo Provincial.

Manuel Dabrio habló sobre la figura de su padre, a quien describió "refugiado en ese mundo que le impuso su sordera, algo que le fue llevando a dejar de alimentar relaciones con los demás y aumentar un mundo espiritual con el arte. Aunque la comunicación con la palabra no fue muy extensa, lo que me dice su obra, me suena bien".

Emotivo estuvo en su intervención Miguel Báez Espuny. El que fuese matador de toros onubense alzó su figura de la silla y puesto en pie dedicó los más sabrosos piropos a la gente de su tierra. A todos los que recordó desde sus asientos, a los cabezos de sus juegos de niño y las chiquilladas de una vida que ahora en estos momentos le tiene residiendo en Madrid.

"Aquí en Huelva somos todos una familia. Nos veamos donde sea, siempre nos saludaremos como familia. Para mí es un gran honor que ustedes estén haciendo esto por la familia a la que represento y por mi hermano Manuel, quien pagó con su vida, la profesión que nos unió por siempre a esta Huelva. Gracias de nuevo por todo cuanto significa de honor todo esto".

Atento desde su butaca, Miguel Báez Espínola acompañó a su padre como representante de la dinastía Litri y su íntima relación con esta Huelva que les sigue recordando, tal y como valoró Pablo Guisande, director del Museo Provincial onubense, quien elogió a Manuel Dabrio 'por la generosa aportación al fondo de obra museístico y porque representa otro argumento para encarar sin duda una exposición de arte en torno a la tauromaquia y sus personajes que podría ser objeto de un futuro proyecto de cara a los visitantes que acudan a este MuseoProvincial.

El acto finalizó con una amplia ilustración de la figura de Manuel Báez Litri por parte del critico taurino y secretario de la Tertulia Litri, Vicente Parra Roldán.

Pocos momentos después, en unión del propio director del museo y del Delegado de Educación, los Litri accedieron hasta la sala de conservación del museo donde Miguel Báez Espuny se interesó vivamente ante la majestuosidad del cuadro del nervense Vázquez Díaz titulado La muerte del torero.

En cuanto a la representación del mundo taurino hay que citar la presencia del ganadero José Luis Pereda, los empresarios de la Merced Oscar Polo y Carlos Pereda, el matador de toros Emilio Silvera, el presidente de la peña La Divisa, junto a Manuel Macias y el presidente de la Tertulia Litri del Matadero, José Castilla.