"Así era entonces mi pueblo M. F., perdido en un extremo de la geografía donde terminan todos los caminos y empieza el mar. Y para mí, tu lo sabes bien, nada hay más imaginativo que no llegar a ninguna parte". De esta forma, en Cuadernos de Huelva, José Caballero presenta la ciudad donde nació hace hoy exactamente cien años: "Así era Huelva o parecida, cuando yo viví allí. Cuando andaba soñando y tropezando por sus calles. En aquellas calles ensoladas nació mi imaginación, en sus días repetidos y sus repetidos muros blancos, cada vez más sugerentes. Porque no hay nada que obliga a soñar más que la repetición, un sol de justicia y la adversidad".

Sí, un día como hoy nacía en Huelva José Caballero, pero de un año que nunca le gustó. Así lo manifiesta su viuda, María Fernanda Tomás de Carranza, quien lo recordaba al ser preguntada: "El no querría celebrarlo por nada del mundo; le molestaba ese año, sería por lo del 13; por eso siempre utilizó como fecha de nacimiento 1915, le gustaba más, quizás porque es un número más bonito; lo que no entiendo es cómo aparece en algunos sitios 1916". "Es más -dice su viuda- en la inscripción de su sepultura está puesta como fecha de nacimiento la de 1915".

Este año se vienen realizando exposiciones de sus obras, la última en Cádiz, hay proyectos en Moscú para otoño y en otros lugares como en Ginebra. "La celebración en sí del centenario en este año a Pepe le molestaría mucho", añade María Fernanda; no por ello para de hacer cosas su fundación. Está prevista la publicación de estudios sobre su vida y arte sobre La aventura de la creación, que aparecerá en octubre. La Fundación Caballero-Tomás de Carranza continúa así su programa de difusión de la obra del pintor. Su sede está en su estudio de Madrid y no en Alcalá de Henares, como se gestionó e incluso se inauguró con una exposición a la que acudió el artista, fallecido años más tarde, en 1991. La esperanza se mantiene en que algún día se pueda abrir allí; su viuda dice que "no lo descarta" porque "sólo fue una cuestión política, puesta en marcha por el PSOE echada a bajo por el PP al entrar en la Alcaldía".

La fecha de hoy, aunque no es de conmemoración, sí ofrece la oportunidad de una mirada a la obra de José Caballero y a Huelva, tratándose de su nacimiento, que tenía lugar a las dos de la madrugada en la casa de sus padres, en el segundo piso de la calle Alonso de Mora, 10, en los altos de la librería. Hoy es la calle Espronceda; allí hay una placa que recuerda su nacimiento, con la fecha que no le gustaba al artista; él tiene calle en lugar favorecido, entre la Vía Cineasta Francisco Elías y la Vía Paisajista.

José Vicente Caballero y Muñoz Caballero, que así era su nombre completo, era hijo de Policarpo Santiago Caballero, farmacéutico como dos de sus hermanos, que establecieron sus boticas en la calle Concepción de Huelva, en Almonaster la Real, Riotinto, Nerva y El Campillo.

Fue su primer colegio el de los padres Agustinos, de la calle Puerto. Sus dotes de artistas donde primero se refleja será en Huelva, realiza ilustraciones para la revista de Semana Santa Mater Dolorosa o para la colombina Rábida, sin olvidar otras publicaciones como Onuba. Los primeros estudios artísticos son en la escuela de José Fernández Alvarado. Hay dos momentos importantes, como es la exposición, en 1929, en el Círculo Mercantil de Huelva, y sus encuentros en La Rábida con Daniel Vázquez Díaz, su maestro en Madrid, a donde marcha en 1931. El pintor de Nerva le recuerda, en 1958: "Un día llegó a mi estudio aquel muchacho que conocí en La Rábida; venía decidido a empezar sus estudios de pintura. En sus primeros dibujos, por él olvidados pero inolvidables para aquellos que saben valorar la expresividad de una línea y el terciopelo de una sombra, veía yo el nacimiento del pintor. Su gran temperamento inquieto, en un insaciable afán renovador, que busca en todos los caminos donde su sensibilidad se nutre y se manifiesta en el divino goce de encontrar imágenes nuevas". En el Madrid de la República José Caballero encuentra un importante círculo de amistad, en el que está toda la vanguardia artística de entonces, con Federico García Lorca, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Luis Buñuel y otros intelectuales del momento. Realizó para García Lorca toda la escenografía de La Barraca.

El artista volverá a encontrarse de nuevo con Huelva a partir de los años setenta, con el encargo de los murales para la Caja Provincial de Ahorros y la Diputación. En 1972 José Caballero vuelve a su ciudad natal y lo hace con una exposición que tendrá cuatro salas: la Caja de Ahorros, el Ayuntamiento, la Diputación y la Casa de la Cultura. Es cuando muestra su Cuaderno de Huelva, que realiza ese mismo año para que su esposa conociera la ciudad que le vio crecer, que edita la Diputación Provincial en 1985.

Instaurada la democracia, será el Ayuntamiento socialista de José Antonio Marín Rite el que le hace entrega, el 29 de abril de 1986, de la medalla de oro de Huelva, tras acuerdo plenario en el que además se decide rotular una calle con su nombre. José Caballero dedica a Huelva otra exposición. En el salón de plenos recoge una década de su pintura, 1973-1983. Había recibido, en 1984, el Premio Nacional de Artes Plásticas y se abre a partir de ese momento una senda de homenajes. El 28 de febrero de 1989 es nombrado Hijo Predilecto de Andalucía y recibe la medalla de oro, y el 18 de enero de 1990 el Ayuntamiento de Punta Umbría le nombra hijo adoptivo y le dedica una calle. Un año en el que el Rey Juan Carlos I le entrega la Medalla al Mérito en las Bellas Artes y, además, recibe el Premio de las Artes Plásticas de la Cultura Andaluza. El afecto a Huelva se renovó con la placa que descubrieron en su casa natal en 2001, en el décimo aniversario de su muerte, su viuda y el alcalde popular Pedro Rodríguez.

No tiene José Caballero museo en Huelva y difícil será que así ocurra. Su viuda recuerda que él se murió pensando que su obra estaría en Alcalá de Henares. No quita eso a que se pueda crear algo paralelo, como se habló el pasado año en el Ayuntamiento de Huelva, que acordó realizar las gestiones oportunas, cuando ya María Fernanda Tomas decía que no lo veía fácil. Mientras tanto, lo mejor sería realizar una ruta pictórica por la obra de José Caballero en Huelva, que es bastante buena en algunos centros oficiales. Desde el mural de La noche de la partida, en el salón de plenos de la Diputación, se puede hacer un recorrido interesante. En la oficina principal de la Caixa, en la calle Puerto, hay un inmenso mural, agobiado eso sí, por el falso techo que ahora le enmarca; además de contar con otras menores pero igualmente interesantes, pertenecen a la Fundación Cajasol. El Ayuntamiento tiene una sugerente obra, como es el cuadro que el pintor titula Huelva, más otras de sus círculos. El Museo de Huelva ha hecho algunas adquisiciones de obras de José Caballero, pero escasas; lo más interesante es la de Torneo, que se entrelaza con la escultura donada por el autor al instituto José Caballero en los Rosales, inaugurado en 1987, donde se reproduce en sus paredes algunos murales.

La obra de José Caballero es más extensa, faltan periodos, pero de aquí a 2015, cuando se espera celebrar su centenario, quién sabe si se habrán cubierto. El vínculo con el pintor no se quiere perder.