Jaime de Marichalar rompe moldes

Fátima Díaz

11 de marzo 2009 - 05:00

Que Jaime de Marichalar se ha hecho un hueco en el mundo de las tendencias de moda con un estilo muy personal es un hecho desde hace varios años. Sus modelos y combinaciones encantan, disgustan o simplemente asombran pero no dejan impasible a nadie. Desde el "cese de la convivencia conyugal" con la infanta Elena en noviembre, el todavía duque de Lugo, aunque en soledad, está siendo cada vez más él mismo. Por eso en Miami, donde ha pasado unas cortas vacaciones para descansar, se desprendió del traje y de su imagen de dandi exquisito para mostrar su lado más juvenil y desenfadado. Con pantalón rojo, camisa ceñida de color rosa, sandalias de estilo romano y maxibolso de Louis Vuitton, Marichalar aprovechó el soleado día para dar un paseo. Los complementos que acompañaban este atuendo eran también menos formales y a la última; gafas Ray-Ban Wayfarer y puñado de pulseras de cuero en la muñeca, sin olvidar el blue-tooth del teléfono móvil para estar siempre conectado con el mundo. Casi sin darnos cuenta el marido de la infanta Elena se ha convertido en un auténtico icono de la moda. Su interés por este mundo no es un secreto. De ahí que esté presente en muchos desfiles y acontecimientos de este tipo. También ejerce como consejero de una de las principales firmas españolas, Loewe. Su aspecto impecable y muchas veces arriesgado está muy relacionado con su estancia en París, donde ha vivido once años. Muchos expertos aseguran que la imagen de la infanta mejoró durante su matrimonio a raíz de seguir los consejos de su marido.

El atrevimiento de Marichalar ha ido, eso sí es verdad, in crescendo en los últimos tiempos. A la hora de elegir pantalones, sobre todo casual o sport, sí ha sido siempre muy osado. Estampados en flores azules y blancas, dibujos varios y colores llamativos, la mayoría de ellos de Tommy Hillfiger, copan su fondo de armario. El uso de pashminas es otra de sus señas de identidad y no duda en ponerse, por ejemplo, dos al mismo tiempo. Las pieles adornan muchos de sus abrigos y gabardinas. Y, para las salidas informales, se viste con estrechas cazadoras que no pasan desapercibidas y mocasines atrevidos.

Tiene detractores o seguidores a ultranza, no hay un término medio. Si bien es cierto que cuando causa más sorpresa es en sus salidas informales. Cuando viste traje o esmóquin para acudir a un acto oficial o de gala, deslumbra por su pasmosa facilidad para aportar un toque de luz y originalidad al traje más aburrido con corbatas de colores y complementos a la última. Por esta razón precisamente se ha ganado con creces la imagen de auténtico dandy español. Las corbatas de Hermés y las camisas que le suministra Hackett son dos imprescindibles para sus ocasiones más formales. Al calzado, por último, le otorga especial atención: sólo pueden ser John Lobb, el calzado inglés por excelencia, de venta en Hermés y Exerez. Nunca lleva mocasiones con trajes de vestir ni olvida los náuticos de piel para sus conjuntos sport.

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