OBITUARIO

In memoriam de José Gómez, 'Pepe el Terrible'

Mario Garrido, Ángel Romero, Juan Fernando Fernández, Pepe El Terrible -al cante-, y a la guitarra Manolo Azuaga.

Mario Garrido, Ángel Romero, Juan Fernando Fernández, Pepe El Terrible -al cante-, y a la guitarra Manolo Azuaga. / H.I.

El pasado día 7 falleció en Huelva, Pepe Gómez El Terrible, antiguo socio y ex miembro del cuadro de cante de La Peña Flamenca de Huelva, con la que paseó muy orgulloso el nombre de su tierra por España con sus inigualables estilos de fandangos.

El Terrible fue un cantaor flamenco sobrado de facultades, de voz potente y flamenca, aportando a sus cantes, entrega, genio, y personalidad en sus actuaciones, compartiendo fiestas y reuniones con grandes artistas, entre otros con su admirado y querido amigo Paco Toronjo, del que fue de los mejores intérpretes de los estilos del maestro alosnero. Con El Terrible fueron muchas las ocasiones que compartimos en diversos viajes por la geografía española con el cuadro de la Peña Flamenca, como en el Ateneo Cultural de La Unión (Murcia). Las múltiples actuaciones en los congresos que efectuaba Atlantic Copper para sus clientes por España. En Cataluña, en muchas Casas de Andalucía, cuando actuaba ponía a los asistentes de pie. Asimismo, en intercambios culturales con diversas peñas flamencas y otros muchos lugares.

Con Pepe El Terrible se nos ha ido una persona especial, aparentemente serio, pero de eso nada, podríamos decir que era un auténtico showman, una forma, un estilo de expresarse única, un lenguaje particular, original, ocurrente, capaz de permanecer horas enteras comentando sus vivencias propias y ajenas, ante cualquier público, al que dejaba con la miel en los labios, contentos y satisfechos, siendo el foco verde y el gran animador de cualquier reunión o fiesta en la que estuviera presente. Tu peña y tus amigos de la misma te echaremos mucho de menos, sintiendo tu falta entre nosotros, queriendo recordar algunas de tus vivencias, como tenerte en los viajes prohibido cantar algo, pues era tal la risa que nos provocaba que nos poníamos roncos con la misma y no podíamos cantar. En El Puerto de Santa María, al escucharlo el director del hotel, hablando solo en el móvil, quiso contratarlo como animador del mismo. Las vivencias y negocios que hacia con su amigo Liu, dueño del restaurante chino, vendiéndole la mesa de formica. Y otras muchas que serían interminables.

A su señora y sus hijos, darles mis más sentidas condolencias por la dolorosa y sentida pérdida, pidiéndoles a nuestra amada Patrona, la Virgen de La Cinta, arriba en El Conquero, y a La Virgen del Rocío, en las marismas almonteñas, a las que tanto les cantaste, te acojan bajo su protección y su manto.

Querido amigo Pepe: descansa en paz.

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