Huelva recupera a uno de sus pintores más ilustres, Miguel García Camacho

La sala de exposiciones que la Diputación tiene en el céntrico Hotel París de Huelva acoge la exposición 'Antología' del pintor y escultor Miguel García Camacho, natural de Cumbres Mayores. El autor, un consagrado artista del pincel que desarrolló su obra artística en Cataluña, ha donado 3.500 cuadros a su localidad natal. Para dar una salida cultural y mostrar este importante legado, el Ayuntamiento prepara una sala con sus creaciones.

Con la exposición del Hotel París, la Diputación de Huelva y el Ayuntamiento de Cumbres Mayores tratan de impulsar tras su muerte a uno de los grandes valores de la cultura provincial, que permanecía en el anonimato.

A la inauguración de la muestra sobre García Camacho acudió una amplia representación de concejales de Cumbres Mayores y tres sobrinas del pintor. Su familia aprovechó el acto, presidido por el diputado provincial Jesús Fernández Ferreras, para reclamar la atención de las administraciones con una amplia obra que ahora se encuentra en su pueblo, destinatario final de su legado pictórico y escultórico.

Miguel García Camacho nació en Cumbres Mayores un 5 de marzo de 1911 y realizó sus estudios de Bellas Artes en Madrid y ejerció la docencia en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. A lo largo de su periplo vital, que experimentó una inusitada explosión de creatividad tras dejar la docencia, entabló amistad con un círculo de onubenses ilustres, entre los que se encontraban Vázquez Díaz, José Caballero o el periodista y escritor Rafael Manzano. Es autor de diversos manuales de Dibujo entre los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo.

Para homenajear y reconocer su prestigio como artista, el Colegio de Doctores y Licenciados en Bellas Artes y Profesores de Dibujo de Cataluña estableció el Premio de Pintura Miguel García Camacho para estudiantes de Bellas Artes. Su incansable labor le valió, de manos del Rey Don Juan Carlos, la concesión de una de las más altas condecoraciones dedicadas a su actividad, la Encomienda de Alfonso X El Sabio, en 1981.

Rafael Manzano dedicó unas letras al artista en las que valora su agotadora vida docente "aunque jamás dejó su labor de artista en su doble vertiente de pintor y escultor". Manzano subraya con cariño la obra que el artista cumbreño afincado en Cataluña le dedicó al gran poeta valenciano Ausias March. El bautismo de García Camacho le llegó en el histórico Círculo Artístico de Barcelona.

Su obra está repleta de texturas, retratos y un color que, según Manzano, "es impetuoso, se desborda en su paleta de fuertes resonancias como las utilizadas por los fauvistas franceses".

Los expertos que han analizado sus cuadros y creaciones, retratos y pinturas alaban sus "valientes disarmonías cromáticas".

El artista de Cumbres Mayores, una persona que encontró su verdadera vocación en los convulsos años treinta, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, dirigida en aquellos días por un maestro catalán, Miguel Blay. Aprobó el examen de ingreso y sus estudios cosecharon tanta brillantez que su expediente académico estaba repleto de sobresalientes y matrículas de honor.

Esas calificaciones modélicas le permitieron obtener el premio Molina Higuera y la beca para completar sus estudios de paisajismo en el Monasterio de El Paular, que estaba reservado a los alumnos elegidos. En 1936 opositó y obtuvo plaza en Almería. En 1940 se trasladó a Barcelona, al Instituto Monserrat, entre 1940 y 1950 hasta que, como número 1, obtuvo su destino en el valorado Instituto Ausias March, donde tomó posesión de la cátedra de Dibujo.

Dejó la docencia en 1981 y comenzó una productiva carrera pictórica, recorriendo Bélgica y París. Editó y realizó libros adoptados en los estudios españoles y en las aulas de América. Renombradas son sus obras académicas sobre Figuras Planas, Corpóreas y Dibujo Geométrico. Hasta llegó a desempeñar el cargo de Escultor Anatómico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y fue Decano Honorario del Colegio de Doctores y Licenciados en Bellas Artes y Profesores de Dibujo de Cataluña.

La obra García Camacho está repleta de modelos vivos. Por eso, el escritor Rafael Manzano ve "un aire juvenil y al mismo tiempo de jugosa madurez", que se encarga de transmitir su obra pictórica.

Su tía Estrella recuerda hoy su afán por retratar a las "personas sencillas". El artista fue humilde hasta su despedida. Ahora, Huelva rescata a uno de sus ilustres, que encontró el éxito en la diáspora andaluza de Cataluña.