Fila siete

Hombre en una cornisa

CineBox Aqualón Puerto Huelva y Multicines El Condado Cinemas 7.- T.O.: 'Man in a ledge'.- Producción: Estados Unidos, 2012.- Duración: 102 minutos.- Dirección: Asger Leth.- Guión: Pablo Fenjves.- Fotografía: Paul Cameron.- Música: Henry Jackman.- Montaje: Kevin Stitt.- Intérpretes: Sam Worthington, Elizabeth Banks, Jamie Bell, Anthony Mackie, Genésis Rodriguez, Ed Harris, Kyra Sedwick, Edward Burns, William Sadler

He titulado así la crítica porque ese es el título original de la película Hombre en una cornisa. Una situación límite que hemos visto muchas veces en películas de todos los tiempos, desde que el incomparable Harold Lloyd hacía piruetas increíbles a grandes alturas incluso colgado de las agujas de un enorme reloj. Aquí el tema va por derroteros mucho más dramáticos y trepidantes. En este caso sirve para el debut como director del documentalista Asger Leth, que ha emprendido, según las reglas habituales del género, un thriller de intenso ritmo narrativo en muchos de los pasajes de la historia.

Ésta la protagoniza Nick Cassidy, un ex policía que ha ingresado en la cárcel al ser acusado como autor de un crimen que él, sostiene, no haber cometido. Nick huye de la prisión y vemos como entra en la habituación de un hotel del barrio de Manhattan en Nueva York, come algo, abre la ventana y sale a la cornisa a una enorme altura sobre el abismo de la calle. Amenaza a los transeúntes con lanzarse al vacío. Un comportamiento que parece toda una simulación o una especie de chantaje como medida de distracción para las autoridades en tanto que unos ladrones ejecutan un importante atraco.

El realizador debutante ha elegido una factura dinámica, un estilo muy al día en resolución cinematográfica que, indudablemente, agradará a los amantes de este tipo de relatos si no van más allá de unas imágenes de rápida sucesión sin más complicaciones que las propias de los acontecimientos. Bien es verdad que Asger Leth aprovecha para repasar con intenciones bastante corrosivas muchos de los aspectos que caracterizan la actualidad: la información amarillista, la crisis económica, la compasión natural que nos producen las desventuras de los más desgraciados, para cargar contra los que considera sus responsables.

Pero la película abunda en tantas variantes, muchas veces absurdas, con personajes de actitudes absolutamente convencionales, que no me extrañaría que más de un espectador acabara ofuscándose, hasta el punto de que, harto de la presencia del protagonista en la cornisa, acabe exclamando: ¡Tírate de una vez!. Parece duro pero hay cosas que superan la paciencia. Me parece que buena parte del público es consciente de la naturaleza tramposa de la película, argumentada en demasía por la artificiosidad y el recuerdo indeleble de otras películas que recurrían a artimañas muy por el estilo. Un buen reparto de intérpretes, que sin duda merecen mejores cometidos. Admirable sin embargo esa posibilidad de atraer la atención de quien lo pasa bien con estos inventos.

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