Guitarras con alma onubense

El artesano sanjuanero Agustín Sánchez fabrica en su taller flamencas de concierto

Agustín Sánchez muestra varias fases del proceso de construcción de la guitarra y parte de su última colección.
Agustín Sánchez muestra varias fases del proceso de construcción de la guitarra y parte de su última colección.

La guitarra es el resultado de un minucioso proceso artesanal. Desde la selección de la materia prima hasta el acabado final es cuidado con esmero, ya que no sólo se trata de que esté bien confeccionada sino que también suene bien. Un mes y medio tarda el lutier sanjuanero Agustín Sánchez en construir uno de estos instrumentos de cuerda. Su especialización son las flamencas de concierto.

Carpintero ebanista de profesión, desde niño le han gustado las guitarras y su afición por ellas le llevó a aprender a construirlas. Le enseñó el maestro Pepín cuando tenía unos 17 ó 18 años. "Me mostró por primera vez una guitarra por dentro" y desde entonces ha realizado más de cincuenta. Todas ellas se identifican por una elaborada cabeza del mástil, en cuyo tallado emplea entre cuatro y cinco días.

En su taller en San Juan del Puerto construye y repara guitarras. Parte de su colección se expuso en la Peña Flamenca La Orden, donde mostró el proceso de fabricación, cada uno de los pasos a seguir desde la selección de la madera y la búsqueda de dibujos y vetas para sacar el máximo partido de la misma hasta el barnizado y colocación de las cuerdas.

Para confeccionar sus guitarras utiliza madera de ciprés, palo santo de la India, cedro de Honduras, ébano, cocobolo y sicomoro, y los huesos que llevan son siempre de vaca. Huesos que va puliendo para obtener un acabado único en la selleta y cejuela. Señala que la confección es muy laboriosa pues este instrumento de cuerda tiene "más de mil piezas" y todas ellas se realizan de manera artesanal. Explica que la roseta "está formada por minúsculos trozos de madera", que se van colocando de manera que conforman un conjunto armónico.

Tras la elección de la madera, el proceso que sigue siempre es el mismo, empieza a trabajar el mástil y a continuación hace la caja armónica con el fondo, los aros y la tapa, para continuar con la decoración, la colocación del diapasón, el puente y, tras el barnizado, las cuerdas.

El artista sanjuanero comenta que es un trabajo muy artesanal, "la guitarra no tiene tornillos", para fijarla se utilizan útiles de apriete, cola y ensambles. Los útiles con los que trabaja también son artesanales. Indica que para que suene bien es imprescindible una buena madera y la temperatura y la humedad adecuada a la hora de pegarla.

La producción anual oscila entre seis y siete guitarras. La colección de este año, aparte de por el sello del autor, se distingue porque en el logotipo sale la medalla del centenario de la Hermandad del Rocío de San Juan del Puerto y la perfiladura y decoración llevan los colores azul y blanco de la localidad, "son guitarras conmemorativas".

Su principal objetivo es exportar su producción fuera de España y para ello aprovechará el potencial de las nuevas tecnologías.

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