Gore Vidal y el cine

Fila siete

El escritor y guionista Gore Vidal, recientemente fallecido.
El escritor y guionista Gore Vidal, recientemente fallecido.

17 de agosto 2012 - 05:00

El pasado 2 de agosto fallecía en su casa de las colinas de Hollywood, el escritor y guionista, Gore Vidal, una de las personalidades más controvertidas y polémicas de la literatura estadounidense contemporánea. Eterno candidato al premio Nobel, fue un provocador, megalómano, de tendencias contradictorias, patriota a su manera y profundamente crítico con su país, la sociedad norteamericana y algunos de sus famosos políticos. Una de sus primeras novelas fue La ciudad y el pilar de la sal, en la que revelaba una candorosa aproximación a la temática gay. El debate que originó llevo al The New York Times a negarse a criticar sus siguientes libros.

Diversos fueron los temas que Gore Vidal abordó en su vasta obra literaria, destacando sus novelas históricas entre las que se hizo inmensamente popular Juliano el Apóstata (1964), por la belleza de su relato, así como Creación (1981), un extenso fresco histórico-filosófico. Despertaron no obstante ciertas reservas por las inexactitudes históricas que se apreciaban en sus textos. Mejor ensayista que narrador, ya que fue siempre muy discursivo, Gore Vidal tuvo una faceta muy destacada: la que a mi hoy me interesa y el motivo de ocuparme de él: su relación con el cine y su considerable labor como guionista.

La Metro Goldwyn Mayer le contrató como tal en 1956 y el director William Wyler le encargó la redacción del guión de su película Ben Hur junto a Karl Thumberg. La muerte del productor Sam Zimbalist provocó ciertos problemas y el gremio de guionistas decidió suprimir su nombre de los títulos de crédito. Al parecer Charlton Heston se mostró contrario a una escena que insinuaba una cierta homosexualidad y que se debía a la parte escrita por Gore Vidal. Éste negó que tuviera un aspecto especialmente significativo.

Un guión muy destacado fue el de la película De repente el último verano (1959), con un reparto encabezado por Elizabeth Taylor, Montgomery Clift y Catherine Hepburn. Una mujer pretendía lobotomizar a la que fue novia de su hijo para encubrir las circunstancias en que el joven murió. Opositaba a tres Oscar, uno más que ¿Arde París? (1966), film sobre la ocupación alemana de la capital francesa en la II Guerra Mundial, guión que también escribió Gore Vidal con la colaboración de Francis Ford Coppola.

Circunstancialmente volvió a escribir para el cine y la televisión. Para ésta el telefilm Billy el Niño, que protagonizó Val Kilmer y una mini-serie sobre Abraham Lincoln. Sin embargo otro escándalo lo constituyó el guión de la película Calígula, realizada en Italia donde Vidal vivió algún tiempo, interviniendo fugazmente en la película de Federico Fellini, Roma. El productor reescribió la historia y cambió la temática y el estilo del relato, tratando de restaurar la visión original de Gore Vidal. Al final la película no tenía nada que ver con lo que el propio Gore Vidal había escrito ni con lo que el director, Tinto Brass, y el protagonista, Malcolm McDowell, habían imaginado.

Otro de sus guiones fue para la película The best man (1964) y esporádicamente trabajó como actor en proyectos tan interesantes como Gattaca (1997). Polifacético en el ámbito de las letras y en el cine, lo fue también en la vida social y política, llegando a ser asesor del presidente John Fitzgerald Kennedy. Sus pretensiones de llegar a Washington no fructificaron. Liberal muy activo en el partido demócrata, se presentó como candidato al Congreso por el Estado de Nueva York pero no salió elegido. Como tampoco logró el cargo de senador por California a pesar de obtener más de medio millón de votos.

stats