El actor madrileño José Álvarez Canalejas, un rostro muy conocido en los repartos de los spaghetti western, falleció el pasado viernes a los 90 años en su domicilio de Madrid, según informó ayer la Fundación Aisge (Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión).

El artista nació el 14 de febrero de 1925 y acumuló cuatro décadas de trayectoria frente a la cámara, aunque también dirigió un par de largometrajes con los hermanos Calatrava como protagonistas.

Canalejas fue un habitual de las películas del Oeste, con títulos tan celebrados como Por un puñado de dólares (1964) o La muerte tenía un precio (1965), en las que Sergio Leone le dio la oportunidad de compartir pantalla con Clint Eastwood, uno de los grandes del género.

En su casi centenar de películas destacan también las realizadas con el director Amando de Ossorio, con quien trabajó en los géneros más dispares, desde las intrigas de saloon en La tumba del pistolero (1964) hasta el terror fantástico de El ataque de los muertos sin ojos (1973) o Serpiente de mar (1984).

También participó con papeles episódicos en series televisivas como Curro Jiménez (1977) o Turno de oficio (1986) y con otros más relevantes en La barraca (1979) o Los jinetes del alba (1990), esta última a las órdenes de Vicente Aranda, cuya firma lleva también uno de sus últimos títulos cinematográficos de relieve: El Lute: camina o revienta (1987).

Retirado desde 1997, tuvo tiempo además de ejercer en los años 70 como director de las comedias El último proceso en París y El in...moral, en ambos casos protagonizadas por los hermanos Calatrava.

José Canalejas era hijo del concertista de violín Manuel Álvarez Trigo y hermano de la también actriz Lina Canalejas, protagonista de El mundo sigue (Fernando Fernán-Gómez), fallecida en 2012.