Fila siete

Fábula ecológica

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva, El Condado Cinemas 7 y Al Andalus Punta Umbría.- T. O.: 'Dr. Seuss: The Lorax'.- Producción: Estados Unidos e Irlanda, 2012.- Duración: 86 min.- Dirección: Chris Renaud, Cinco Paul y Kyle Balda.- Guión: Cinco Paul y Ken Daurio, basado en el libro infantil del Dr. Seuss.- Música: John Powell.- Montaje: Steven Lin y Ken Schretzmann.- Diseño de producción: Yarrow Cheney.- Intérpretes: Animación y las voces en la versión original de Danny de Vito, Zac Efron, Ed Helms, Taylor Swift, Betty White y Rob Riggle.

Es incuestionable la extraordinaria influencia que los libros infantiles de Theodor Seuss Geisel (1904-1991), escritor y caricaturista, popularmente conocido como el Dr. Seuss, ha ejercido en varias generaciones de niños y adolescentes estadounidenses, que tal fue el notable predicamento de sus publicaciones. No es la primera vez que nos referimos a él, toda vez que otros relatos suyos fueron adaptados al cine. Entre los más famosos se encuentra Cómo el Grinch robó la Navidad, película El Grinch (2000), de Ron Howard, usando frecuentemente personajes imaginarios y figuras surrealistas.

En este caso el personaje es Lorax y una vez más en una película de dibujos animados se mezclan la fábula, la ciencia ficción y la ecología en unas fechas festivas y vacacionales, lo que garantiza la presencia, esperemos que masiva, de los espectadores más pequeños.

Este libro del Dr. Seuss, publicado en 1971, cuando los movimientos ecológicos empezaron a surgir -aquí llegaron bastante más tarde-, nos presenta a este personaje del bosque que representa el poder inefable de la esperanza. El protagonista busca aquello que pueda garantizarle el amor de la chica con la que sueña. Pero para conseguirlo habrá de revelar la historia de Lorax, encantadora pero no simpática criatura empeñada en proteger al mundo cuya existencia pasa por graves riesgos.

Este símbolo de la defensa del medio ambiente sirve para la mejor comprensión de los más pequeños espectadores y tiene intenciones sociales bastante evidentes que la película intenta suscitar. Y así se critican las acciones humanas contra la conservación del planeta, los excesos de la industrialización, la ambición enriquecedora de tantos y tantos, el desaforado consumismo de nuestro tiempo… En fin, cuestiones que si bien, insinuadas a veces en películas de dibujos animados, nunca alcanzaron un relieve tan evidente.

Lo mejor de esta clara lección ecologista y moral es que se expresa con amenidad y que propende a la diversión, lo que hace más comprensible el propósito ejemplarizante. Además de la calidad de los dibujos hay en ellos un valor cromático bastante admirable. Por lo demás tanto los niños como los padres, ante planteamientos evidentemente adultos, entenderán cuanto la película pretende en el orden conservacionista del medio ambiente. Se entiende así su éxito de taquilla en Estados Unidos, habiendo figurado a la cabeza de las listas más taquilleras.

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