Cultura

Exsonvaldes se salen

La banda francesa que debe su nombre a la escritora cubana con nacionalidad española y afincada a caballo entre París y España, Zoe Valdés, paseó literalmente sus intenciones en el escenario del Salón de Actos de la Facultad de Derecho en el Campus de El Carmen. Un excelente colofón para el día más señalado de la vida universitaria onubense.

Con una puesta en escena sobria, rodeados de tres grandes letras anaranjadas que ilustraban como X, S y V, y en un set acústico de pequeñas dimensiones, interpretaron temas de su último disco There's No Place Like Homes, aunque también realizaron canciones de sus otros álbumes Time we spent together, el primer disco de la banda, y Near the edge of something beautiful. Quizás, echamos de menos un bajo acústico en vez de un eléctrico, ya que el Fender Jazz Bass con el que se ofrecieron a veces pecaba de estar a demasiado volumen.

El concierto fue de menos a más, y de más a menos. Nos estamos refiriendo a nivel de intensidad, manejando el tempo con cierto criterio, y llevándonos casi siempre a su terreno. Estilísticamente nos llevamos una gran sorpresa; aunque pensábamos que lo que nos iba a extrañar más eran sus textos en inglés, y no en su lengua materna, fue el no encontrar por ningún lado ese ambiente indie con el que venían vestidos. Ellos comentan que sus influencias más notorias se pueden encontrar en bandas como Radiohead y Nirvana, pero la sensación es que se puede escarbar mucho más atrás, con sonoridades muy anglosajonas. Pudimos denotar un lenguaje cargado de guiños cercanos a los Beatles y a los Stones. Es muy posible que en este concepto acústico se acerquen a estas formas de pop y rock british, e incluso coloristas de la música irlandesa. Las frases dibujadas por ambas guitarras acústicas, octavándose una a otra, evocaba esa noción de música entre folk y costumbrista. Nos lleva a pensar en cómo la banda ha estado vinculada a corrientes de música fuera de sus fronteras, acercándose más a un estilo general y mayoritario.

La banda sonó realmente bien, y durante la más de una cálida hora en la que estuvieron tocando, disfrutamos muchísimo de las composiciones propias, con una personalidad rítmica muy potente e interesante. Incluso se atrevieron a realizar una versión del Take on me de A-ha. Algo a destacar es el perfecto conjunto vocal, en el que cantan los cuatro integrantes. En un par de ocasiones, se bajaron del escenario con el único acompañamiento de una guitarra, y deslumbraron a los presentes con una brillante ejecución a cuatro voces, que salvando las distancias, tenía parecida intención que los coros celtas.

Un enorme rato de música el que pudimos disfrutar en el ciclo organizado por el Área de Cultura de nuestra querida Universidad, Cantero Rock. Eso sí, siempre nos queda la pena de ver el verdadero interés que muchos aficionados muestran ante determinadas ofertas culturales. El movimiento se demuestra andando, y la pasada noche quien estuvo allí, se llevó para su acervo personal una excelente prueba de que a Huelva también llegan cosas buenas. Para quienes se los perdieron, podremos volver a escucharlos en el South Pop de Isla Cristina. Atentos, porque vendrán en formato eléctrico.

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