Éxito rotundo del dúo Antílopez ante su público, en Isla Cristina

Los espectadores, que abarrotaron el teatro, no pararon de reír con sus chascarrillos y su original música

Un instante de la actuación de Antílopez, el viernes en Isla.
Un instante de la actuación de Antílopez, el viernes en Isla.

Suele pasar que los artistas, para triunfar, a menudo tienen que marcharse de su tierra. Y también pasa a veces que los artistas son conocidísimos en el resto de Andalucía y en más de media España, mientras que en casa poco se sabe de este exitazo. Algo así les ocurre a Antílopez, el dúo de cantautores isleño formado por Miguel Ángel Márquez y José Félix López, que en la noche del viernes reconquistaron el último fortín que les quedaba por rendirse a sus pies: su propia casa.

En un teatro Horacio Noguera repleto de espectadores, los artífices del chiripop absurdo depresivo dieron el Do de pecho para presentar su último (y primer) disco, Ser músico. Exentos de artificios, armados con dos guitarras y un espectacular juego de voces, Márquez y López abordaron al público, que se dejó hacer y deshacer desde el minuto uno.

El espectáculo, que arrancó a un ritmo vertiginoso con la canción Prefiero, combinó magistralmente carcajadas y música. Un contraste de silencio y aplausos sin parangón, un paseo del rojo al negro y viceversa de la vestimenta del dúo, el ying y el yang de las dos caras de una misma moneda.

No hubo tiempo para el relax: a la platea le dolían los abdominales de tanto reír y continuaba con la boca abierta para escuchar con atención las elaboradas y magistrales letras de canciones que incluye el primer disco de estudio de Antílopez, como La gatita presumida, Salud (con intervención incluida de Alberto, la cabra de la murga de Natanael, desde el patio de butacas), Aunque uno tenga carta blanca en un asunto no todo es de color de rosa, Necrológica o Ser músico. Pero también hicieron acto de presencia otras inéditas como Analfanauta, La balada ovalada o el Fandango, entre otros muchos.

Un tema tras otro se sucedían con interludios de divertidos chascarrillos -nada de chistes manidos- que Migue y Félix adaptan al público de cada ciudad que visitan. En casa, aún más fácil. Y el público, como la seda, interactuando en todo momento y contribuyendo a una soberana concatenación de la comicidad del show.

En total, tres horas de concierto interrumpidas sólo por un breve descanso en el que el grupo obsequió a los suyos con un pitisco. Lo más destacado de la noche, además de la risa y la buena música, fueron la sorprendente capacidad artística de Miguel, magistral hombre orquesta que saca todo el partido posible a su guitarra -usada incluso para la percusión-, y la aterciopelada voz de Félix. Antes del recital, la alcaldesa de Isla Cristina, María Luisa Faneca, quiso felicitarles y hacerles entrega de un pin con el escudo de la ciudad.

Antílopez están nominados a los Premios Huelva Joven del IAJ y actuarán en el programa de Buenafuente el mes que viene. Su carrera va viento en popa, a toda vela, imparable. De momento, el dúo es imprescindible en las mejores salas del país, pero no les será muy difícil, en breve, llenar estadios porque son, sencillamente, geniales. Sólo hay que descubrirlos.

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