Toros

Esaú Fernández y Rocío Romero dejan lo más sustancioso de la tarde lucenera

  • Media entrada de público presenció un festival que arroja en trofeos un saldo de siete orejas y un rabo

Esaú Fernández y Rocío Romero  fueron los destacados protagonistas de la tarde torera de Lucena del Puerto. Los protagonistas de un brindis de tú a tú sobre el albero y también de lo de más enjundia torera en cuanto a lo artístico.Ambos sortearon también los mejores ejemplares del festejo y en el mérito de su triunfo está el haberlos aprovechado con dos faenas  que fueron ganando en intensidad y ritmo a medida que sus protagonistas engancharon el toreo ligado, limpio de trazo el muletazo y resuelta la composición en el embroque de la suerte.

Bonita la tarde de toros. Sol, buena temperatura sin agobios y un cartel de toreros que debería haber abierto temporada española pero al que la lluvia de aquellos días de enero desplazó hasta ese paseíllo que ayer se consumaba en forma de festival benéfico con un cartel muy parecido al original. Tres matadores de toros y tres  novilleros para una tarde de erales con distintos hierros ganaderos. Por orden de salida están los de Virgen María, Soto de La Fuente, Villamarta, Bohórquez los dos siguientes y cerrando festejo el que lucio hierro de  Prieto de la Cal.

De todos ellos Villamarta echó el más completo por juego y presencia. En méritos le sigue la nobleza y ritmo del primer eral de Bohórquez en manos de la única fémina del cartel.En ella radican los mejores muletazos del festejo dentro de una labor armoniosa, sin amontonamiento de cites y con la finura de líneas que acompañó ese meter la muleta abajo y embarcar temple y nobleza. La demora con los aceros restó trofeos pero la impresión sigue siendo notable dentro de una tarde donde Esaú Fernández se fue llevando poco a poco de menos a más una faena que terminó calando con mucha fuerza en el tendido después de dejar tres templados capotazos en el primer tercio y un descafeinado tercio de rehiletes. Faltó bajar la mano pero en sí la impresión general es que el torero se entendió mucho y bien con esa buena casta y nobleza que sacó el de Villamarta.  Una estocada caída le sirvió para la pronta resolución de la acto y que se llevara los máximos trofeos de su oponente mientras las palmas acompañaban el arrastre.

Tuvo buenas hechuras toreras la faena de Marc Serrano frente a un inútil ejemplar de Virgen María sin fondo ni argumentos de raza. El francés pudo con la corta embestida sobre todo por el pitón izquierdo. La espada dejó aquello en silencio.Manuel Carbonell se dejó ver sincero ante la cara del encastado eral de Soto de la Fuente.  Animoso y con mucha entrega el sevillano encontró su mejor distancia frente al pitón zurdo del animal. Buena labor a la que le faltó reposo en muchos momentos. Logró dos orejas tras una suerte suprema sin demoras.Manolo Vázquez sembró de detalles y pinturería los pasajes de su lidia. El sevillano piensa cosas bonitas de ejecutar y por momentos le salieron pero al todo le faltó conjunto y armazón como para venderle la emoción al tendido aunque dichos están esos destellos de toreo elegante. Cortó dos orejas.

No salieron las cosas para redondear nada importante al moguereño Ángel El Cachorro. Sin poder superar con la muleta las claves que planteó un nada fácil eral de Prieto de La Cal lo cierto es que mostró escasos recursos  frente a las dificultades y se silenció su labor tras no rematar bien con los aceros.

Toreros, público y organización guardaron  ayer respetuoso silencio por Sebastián Borrero Chamaco cuyos restos mortales recibieron sepultura el pasado sábado.

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