Historias del Fandango

Emilia Benito por fandangos

  • A Emilia Benito (1886-1960) le cupo el mérito de ser la segunda mujer que grabó fandangos de Huelva. Lo hizo acompañada de orquesta en un disco de pizarra, en 1919

Emilia Benito.

Emilia Benito.

Era de Cartagena y heredó el apodo de su padre que era barbero,  la Satisfecha. Desde niña actuaba en los cafés cantantes de su pueblo, que vivía una época de esplendor de la minería. Empezó cantando zarzuelas, y después jotas y flamenco en un salón de Almería. Dominó con personalidad todos los cantos regionales. Ella, junto a artistas como Amalia Molina, dieron respuesta española al invasor cuplé francés que todo lo ocupaba. Fue una artista versátil que se desenvolvió bien en todo el folclore, hasta el punto de que la prensa la bautizó como “reina de los cantos regionales”. Al parecer, hay reseñas discográficas de los años 1914 y 1915 en las que se indica que la Niña de los Peines cantaba una “taranta al estilo de Emilia Benito”; ella fue quien popularizó la taranta “La Gabriela”, grabada con orquesta. Y también cantaba la “burlería”, que comenzaba a definirse como cante. Creó una variante de cartagenera a la que llamó “emiliana”. Entre 1917 y 1921 grabó muchos discos, principalmente con Gramophon. En 1919, uno titulado “Fandangos de Huelva” con la orquesta del maestro Marquina, siendo la segunda artista que los grabó -la primera fue la Niña de los Peines, en 1918- y que le valió que la prensa onubense la aclamara como “reina del fandanguillo”. En ambos registros, las dos cantan dos letras iguales y con la misma melodía (”Tienen los pastos comunes” y “Trota, corre y galopea”).

Sus mantones y su generosidad

Tenía una espléndida colección de mantones de Manila que lucía en sus actuaciones. Y le gustaban las joyas, los automóviles y el lujo, porque ganó mucho dinero. En un tiempo vivió en la muy cara calle Princesa de Madrid. Como sucedió a otras artistas, Emilia también fue víctima de un robo de ropas y alhajas.

La Acción, 03.05.1923 La Acción, 03.05.1923

La Acción, 03.05.1923

 

Fue una mujer generosa, comprometida con los problemas sociales de los pobres, a los que ayudó con actuaciones gratuitas y otras iniciativas de beneficencia. “¡Es tan hermoso poner el arte al servicio de la caridad!”, afirmaba en una entrevista. La Cruz Roja de La Unión la condecoró con una medalla de plata por su generosa labor de ayuda a los menesterosos en 1920. 

Su amplio registro

Emilia fue acumulando conocimientos sobre el folclore y el flamenco al salir de su pueblo y los alrededores, en donde aprendió los cantes de Levante. En su juventud el público la consideraba cupletista y artista de cantos regionales, que eran los géneros que imperaban en los teatros en las primeras décadas del siglo XX.

En Andalucía, la encontramos en 1915 actuando en el teatro Imperial de Sevilla. Y un año después en Riotinto, compartiendo escenario con otra canzonetista y originando un debate curioso entre el público.

La Provincia, 13.09.1916 La Provincia, 13.09.1916

La Provincia, 13.09.1916

En 1917 viajó a Argentina. Emilia fue la artista mimada por el público de Buenos Aires y recibió propuestas para actuar en Chile y en las repúblicas centroamericanas, pero ella insistía en volver pronto a España, donde sabía que le aguardaba también el aprecio de sus paisanos.

La entrevista con Margarita Nelken

Markarita Nelken fue una escritora, periodista y política española que hacía grandes entrevistas en las que conseguía cuasi confesiones de los entrevistados. En 1918 entrevistó a Emilia Benito para El Día, definiéndola como “la emoción incomparable de nuestros cantos regionales”, en contraste con el cuplé y otros géneros de las varietés al uso, aunque La Satisfecha jugaba en esa modalidad.

El Día, 06.04.1918 El Día, 06.04.1918

El Día, 06.04.1918

Pero, ¿y el flamenco? Y Emilia dio una respuesta sincera y sorprendente: a ella no le gusta el flamenco. ¡Sorpresa!

El Día, 06.04.1918 El Día, 06.04.1918

El Día, 06.04.1918

Emilia Benito era una mujer segura de sus facultades..., aunque los públicos son siempre un misterio antes de comenzar una actuación.

El Día, 06.04.1918 El Día, 06.04.1918

El Día, 06.04.1918

En esta entrevista, confesó a la Nelken que le gustaba jugar con muñecos, leer, las películas románticas y las de detectives, que era muy miedosa, que no se trataba con nadie y que creía que fuera de su trabajo  nada de ella podía interesarle al público.

En los años 20 actuó por toda Andalucía y expresó en la revista La Unión Ilustrada sus deseos de ir a Méjico y a Estados Unidos, porque decía encontrarse “como nunca de voz... y pongo más ganas y más entusiasmo en mi trabajo”.

En Huelva actuó en el Teatro Mora en 1923, proclamándola “la reina del fandanguillo”

La Provincia, 19.11.1923 La Provincia, 19.11.1923

La Provincia, 19.11.1923

Emilia fue una celebridad internacional en su tiempo. En 1928 se instaló en Méjico, donde siguió actuando como folclorista española. Pero su declive comenzó cuando pasaron de moda los gustos por el cuplé y los cantos folclóricos, viéndose obligada a vender su ajuar y sus joyas para acabar vendiendo cerillas en las puertas de los teatros donde años antes había triunfado. Y allí murió, en un asilo de ancianos.

Próxima entrega: La Escuela de Teatro Infantil de Arte

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