El origen de la expresión "echar el muerto" está en la Edad Media, y en una Ley según la cual si se encontraba en un pueblo un cadáver de muerte violenta, se debía encontrar al culpable, o todos los habitantes del municipio se repartirían una multa económica. Era frecuente llevar al finado al pueblo más cercano, haciendo cargar con la culpa y el posible pago de la multa a sus vecinos.

El álbum Balada por un ataúd (1974), de Jean-Michel Charlier y Jean Giraud, es el décimo quinto de la serie de cómics Blueberry, y el tercero de la trilogía El Ciclo del Tesoro Confederado y trata, no podía ser de otra manera, sobre echar el muerto.

Este álbum comienza cuando Finlay se dirige a Tacoma. Trevor lleva a Finlay a la tumba en la que esperan encontrar el dinero, pero encuentran un cadáver. Trevor recupera un arma que tenía escondida, mata algunos adversarios y se atrinchera en la abandonada casa del alcalde, donde Lazarito, indigente mexicano, lo mata para apoderarse de sus botas. Los sudistas descubren el cadáver de Trevor. López y sus hombres descubren el escondite de Trevor y se internan en él. Pearl conoce una salida por la que escapan, cogen desprevenidos a los mexicanos, y se apoderan de sus armas y monturas.

Se dirigen a Tacoma, y se cruzan con Lazarito. Pearl se da cuenta que el mexicano lleva las botas de Trevor, y sospecha que es el asesino. En el forcejeo con Pearl, muere el mexicano, y ella recuerda la confesión de Trevor: en la bota derecha del muerto se esconde una nota con el nombre de Arturo Leyva, nombre que deben buscar en el cementerio de Tacoma.

Chihuahua Pearl sigue siendo pieza fundamental del argumento.

Blueberry mira en la iglesia y encuentra la tumba, que lleva a una cripta en la que se oculta un ataúd. No tienen cómo abrirlo y pesa demasiado, por lo que deciden buscar un carro. Pearl se queda defendiendo el tesoro. Finlay y sus hombres intentan entrar, y hay una nueva víctima mortal de la joven.

Blueberry consigue el carro de Hyeronimus, doctor que deja muchas víctimas entre los enfermos que dice curar. Doc es salvado por Blueberry de la horca. A cambio se quedan su carro y le llevan con él, a cambio de mil dólares.

En Tacoma, López y sus hombres sitian la iglesia. Pearl inicia una negociación, pese a que sabe que López no mantendrá su palabra. Cuando llega Blueberry con el carro, le abre las puertas. Así, pueden cargar la tumba y se preparan para huir de Tacoma. Gracias al cargamento de Doc fabrican bombas. López prepara la artillería, es momento de huir, llevando a cabo el plan urdido por Blueberry. Se acercan los Mex, pero les caen barriles con explosivos. Red y Pearl abaten a los pocos que entran en la iglesia.

Los portadores del ataúd llegan a la posta, donde van a cambiar los caballos por otros de refresco. El problema es que antes que ellos llega una diligencia. Blueberry cambia la carga a la diligencia. Cambian un par de caballos en el carro de Doc, y Blueberry monta otro caballo, dirigiendo el vehículo desde fuera y haciendo de señuelo, alejando a los mexicanos.

Cuando la distancia se acorta, Blueberry se quita de en medio y deja el carro de Doc que es una trampa explosiva que vuelve a reducir el número de mexicanos liderados por López. El punto de reunión es un puente colgante. Blueberry consigue reunirse con sus amigos. López y su hombres consiguen acercarse, pero el puente ha sido boicoteado por Jimmy, de forma que no aguante el peso de sus perseguidores. Llegan a Coyame, donde se encuentra Vigo. Consiguen embarcar en la balsa con la que atravesarán el río Conchos, pero, en la otra orilla les esperan Finlay y los sudistas, por lo que acaban rumbo a Río Grande. Un temporal acaba con la vida de López.

Cuando llegan, Blueberry se dirige al fuerte más cercano para telegrafiar a McPherson. Al escondite llega un jinete vestido como Blueberry, lo que despista a Jimmy y a Red, que caen en la trampa de los sudistas. Abren la caja con la culata de un rifle: el ataúd no tiene oro, ya que lo gastó Juárez contra los franceses. Este era el secreto de Vigo, siguiendo órdenes de su Gobierno. Nadie creería a Blueberry, pero llegan a un acuerdo de honor militar. Sin embargo, Vigo le echa el muerto a Blueberry, que acaba condenado a treinta años en la penitenciaría, tras ser expulsado del Ejército por segunda vez.