Donantes y cuidadores

CineBox Aqualon Puerto Huelva.- T. O.: 'Never let me go'.- Producción: Reino Unido y Estados Unidos, 2010.- Duración: 105 minutos.- Dirección: Mark Romanek.- Guión: Alex Garland basado en la novela de Kazuo Ishiguro.- Fotografía: Adam Kimmel.- Música: Rachel Portman.- Montaje: Barney Pilling.- Intérpretes: Carey Mulligan, Andrew Garfield, Keira Knightley, Charlotte Rampling, Charlie Rowe, Sally Hawkins, Isobel Miekle-Small

Esta es la versión cinematográfica del novelista británico de origen japonés Kazuo Ishiguro, acreditado autor de Lo que queda del día, que llevó al cine James Ivory en 1993. Conserva, y ello es evidente en muchos pasajes, su carácter poético y despiadado inherente en un texto nada corriente y que suscita al espectador enigmas inquietantes. No nos extraña en la filmografía del director Mark Romanek, a quien recordamos gratamente de Retratos de una obsesión (2002).

El atrayente argumento nos cuenta como tres jóvenes, educados desde niños en el clásico internado británico de Hailsham. Compañeros inseparables, conservan ese sello inconfundible que ha dejado una huella decisiva en sus vidas. Ellos son Cathy, lúcida narradora, Ruth, manipuladora e intrigante, y el inestable Tommy, indeciso en cuanto a cual de ellas desea amar. Tommy y Ruth se convierten en pareja pero Kathy también esta enamorada del chico. Un secreto pende sobre ellos y su futuro que descubrirán en el internado y ello señalará indefectiblemente sus vidas y sus destinos.

Retrato de las vicisitudes físicas y psíquicas o sentimentales de los tres protagonistas, Nunca me abandones se mueve entre la ciencia ficción de índole naturalista y el romance de tres internos de un centro muy peculiar. Este ámbito personal entre la adolescencia y la juventud y los mayores, donantes y cuidadores algunos, supone un cierto distanciamiento de la realidad social, de la vida y la evidencia del exterior de este pequeño mundo claustrofóbico y funesto.

Desde un arranque verdaderamente estimulante el relato no llega a concretarse adecuadamente pero conmueve sensiblemente al espectador. Angustia existencial que capta el espectador con desasosiego e inquietud. La alegoría romántica que se propone al público contiene por igual delicadeza y minuciosidad en una iniciática vida amorosa y reveladora, pero absolutamente distópica. Se convierte en un relato sentimental ilustrado por una serie de matices, cuya expresión subliman los tres intérpretes principales, Carey Mulligan, de una calidad emergente, Andrew Garfield, ascendente en su carrera y efectivo como todos los intérpretes de La red social (2010) -la mejor película del año sin duda- al que pronto veremos en el nuevo Spider-Man, y Keira Knightley a quien recordarán de La Duquesa (2008). Ellos corroboran la alta estimación que merece la nueva generación de actores ingleses. De raza les viene.