Claves para conocer la Córdoba romana

Los orígenes de la Córdoba romana, su fundación, los dos principales intelectuales nacidos en ella, Séneca y Lucano; o los emperadores con raíces en la Bética son algunas de las claves que el profesor y doctor en Filología Latina Alberto Monterroso desgrana en su último libro, una guía didáctica sobre una de las etapas más prósperas de la ciudad. Lo que de verdad importa de la Córdoba romana (editado por Córdoba Libros) también introduce de forma amena -pero no por ello menos rigurosa- en los orígenes de la platería o los primeros poetas, dos sectores por los que aún hoy en día destaca la ciudad.

Pero antes de sumergir al lector en el libro, Monterroso realiza unas aclaraciones fundamentales para romper tópicos y entender a la figura de Séneca. "Todo el mundo conoce a Séneca en Córdoba y suele citar algo de él, pero se conoce mal", por ello la primera intención es "corregir esos mitos o medias verdades", indicó Monterroso. "Séneca es un personaje que trasciende lo que es Córdoba y el Imperio romano y tiene una importancia que atraviesa toda la historia de la cultura y la política de Europa en estos 2.000 años", manifestó el autor, e incidió en que incluso "fuera de nuestras fronteras se le llama a Séneca educador de Europa".

Sin embargo, "los tópicos lo desdibujan, impiden que veamos realmente cómo es el personaje y la enorme trascendencia que tiene". Así, Monterroso empieza desmontando "algo tan anecdótico como puede ser la imagen de su rostro", lo que es "una metáfora de que tampoco conocemos su pensamiento". Al respecto, señaló que "lo que nosotros entendemos por senequismo no es ni mucho menos el pensamiento político, social y ético de Séneca".

Según el autor, esta tergiversación parte de su misma época ya que el filósofo fue víctima de una campaña de desprestigio por parte de la corte de Nerón: querían el poder y lo intentaron hundir, como finalmente hicieron ya que fue condenado a muerte. Esa campaña de difamación "a lo largo de la historia ha tenido mucho predicamento y ha resultado muy atractiva porque a Séneca lo acusaban de mantener relaciones sexuales con la propia madre del emperador, Agripina, y de hipocresía al predicar la sobriedad pero ser muy rico".

Por otra parte, en la formación de la imagen tópica del senequista que hay en Córdoba "tiene mucha importancia la transmisión de su pensamiento en la edad moderna, en el siglo XVI". Esto ha dado lugar a "un Séneca desdibujado". Para contrarrestar estas ideas, en su libro Monterroso lo describe "como ese hombre que intenta adaptarse a su tiempo, que lucha denodadamente contra la tiranía, condenado tres veces a muerte, un personaje que incluso intentó dar una solución política a la llegada del imperio -que supuso la aparición de la tiranía- aportando un mundo de libertad y otra postura en la política que tiene influencia en toda la historia de la humanidad, hasta nuestros días", apuntó.

El objetivo del autor es "que la ciudadanía pueda leer y entender de forma sencilla" lo que considera los aspectos más importante de la Córdoba romana. Para ello, por una parte ha utilizado un estilo ágil y fácil de leer y, por otra, se ha centrado "en personajes o acontecimientos que muchas veces son desconocidos pero que realmente son clave de ese periodo". Esto hace posible su comprensión para cualquier persona, sea cual sea su formación cultural y su edad.

Otro capítulo importante es el dedicado a Séneca el Viejo, "un personaje importantísimo al que no se le ha prestado atención en España". Tanto es así que la traducción de su obra del latín al español se hizo en 2005, mientras que ingleses, franceses y alemanes lo habían hecho un siglo antes. El autor destacó la gran influencia que el pensamiento del padre tuvo en Séneca el Joven y, de hecho, indicó que "para conocer bien al hijo, hay que conocer antes al padre". Él fue "el primero que llega a Roma y crea un círculo de intelectuales, del que después se aprovechó el hijo para acceder al mundo de la política y convertirse en el personaje más importante de los años 50 del siglo I, por encima de los emperadores, y tuvo una reputación intelectual sin parangón".

Lo que de verdad importa de la Córdoba romana dedica varios capítulos a plateros y poetas para que "el cordobés de a pie vea la tremenda importancia del mundo romano en nuestra ciudad a lo largo de la historia y hoy en día". En este sentido, Monterroso explicó que en el año 112 a.C., antes de la conquista romana, ya había plateros en Córdoba, incluso aventura que "seguro que había una industria con cierto nivel". Hay que tener en cuenta además que a fenicios y romanos le interesaba de estas tierras, sobre todo, las minas.

Por lo otra parte, señaló que "lo de la poesía es increíble porque el primer poeta de Hispania es el cordobés Sextilio Ena, en el año 76 a.C.". Esto supone que "ininterrumpidamente desde el siglo I a.C. hay poetas en Córdoba" y ahora mismo es uno de los géneros más destacados en la ciudad por la calidad de los poetas.

Otro de los temas que abarca el libro de Monterroso es el de los emperadores que tuvieron influencia de la Bética. En esa línea, apuntó que "la trayectoria de esta Córdoba romana que empieza con el círculo intelectual que creó Séneca el Viejo en Roma, continúa con Séneca el hijo y con Lucano, pero tras el asesinato de Nerón y todos los Anneos, hubo muchos cordobeses que siguieron trabajando los 30 años que duró la dinastía de los Flavios y que estuvieron detrás del acceso al poder de Trajano". Así establece el autor esa relación entre la época de Séneca, el siglo I, y la dinastía del siglo II, "el siglo de oro del imperio".

El libro lo cierran las emperatrices de la Bética con un capítulo sobre "la influencia extraordinaria que tuvieron las mujeres en los siglos I y II". Aunque sufrían discriminación respecto al acceso a cargos políticos, "hay mujeres muy inteligentes que son las que realmente llevan las riendas del imperio". Ejemplos de ello son Mesalina o Agripina, "que ponen y quitan cargos en la política y el ámbito militar, las que manejan el imperio y hacen política desde la sombra". Según manifestó Monterroso, "son mujeres muy ambiciosas pero muy capaces y por ello había que sacarlas a la luz para que la gente las conozca".