Toros

Carlos Tirado le arranca un triunfo grande a la tarde valverdeña

  • Extraordinario juego de los de El Parralejo con varios erales aplaudidos y uno de vuelta al ruedo.

  • El de Ayamonte, triunfador del festejo con una Puerta Grande en solitario.

La noche se la llevó a hombros Tirado

La noche se la llevó a hombros Tirado / Antonio Del Carmen (Valverde del Camino)

Hoy volamos en la web. El papel deberá quedar para que mañana nos citemos en corto. Necesidades técnicas y cumplir horarios nos llevaron a este camino tras la hora final de un festejo largo pero sin duda entretenido e importante en muchos de su actos. Vamos a ello.

Cinco toreros hicieron el paseíllo en espera que a Mariscal Ruiz le diera tiempo a llegar desde ese otro compromiso en tierras gaditanas.

Cuatro series de descompases le costó a Raúl Parra encontrar ese temple y ese toreo tan bonito que tiene en la cabeza. Cuatro, para encontrarse con la calidad y la nobleza que tuvo este primero del Parralejo. En esa cuarta con la muleta en la izquierda, el de La Palma enseñó un puñado de muletazos con el temple necesario para llegar embarcar con exquisitez el viaje de su oponente. Después, el vacío. Hasta que dos series más tarde llegó otra vez ese hilo conector con la diestra. Faena con altibajos, pero con recortes de ese toreo que tanto expresa cuando llega. Varios viajes con la espada hasta que esta quedó sobre el morrillo en más de su mitad. El resto del acto de espadas le llevó hasta los dos avisos.

Gustó la entonada actuación que Antolín Jiménez le dejó al voluminoso eral que hizo segundo en la tarde. Arriesgada larga capotera el inicio de faena y de hinojos dejaría también en el arranque de su faena en el centro del anillo esa serie que alumbró de inicio una en tonada labor. Calidad en el del Parralejo y decisión y buenas formas toreras en este Antolín que dejó sensación de oficio y consistencia para poder con ese enemigo que aun en la nobleza exigía cosas. Notable este segundo acto que abrochado con pinchazo y estocada le dejaría al novillero un trofeo con el que recoger méritos en la la vuelta al ruedo.

Sigue siendo lo de Carlos Tirado esa impropia madurez que tienen quienes pueden aspirar a ser alguien en esto. Madurez y el toreo dentro de la cabeza. Y el valor para expresarlo y dejarlo puesto en el tendido. Faena medida de principio hasta su final a un excelente eral. Con esa estructura que un chaval no puede tener tan pronto en la cabeza y que Tirado tiene. Temple en ese recogido y largo saludo capotero. Pasmoso temple en la muleta para engarzar y tirar del eral en esa solidez que deja seguridad y empaque para llevar y entender qué tiene delante y como amasar ese pan para que salte la faena que ayer le dejó a Valverde. Y que lo apunte Valverde para cuando en el historial torero de Tirado venga esta fecha apuntada. Debutó en Valverde un …..

Capricho de dioses ese cuarto novillo lleno de templanza y bravura por los cuatro costados. Largo, repetidor, humillando y dejando colocarse. Un dechado de Virtudes con el que Agustín Cruz terminó de acoplarse en ciertos momentos pero otros no. Tiempos muertos entre los vuelos de una faena que por momentos expresó cosas bonitas aunque es cierto que en la realidad torera de Agustín hay que dejar que el tiempo vaya trayendo el oficio porque en su sentir piensa en hacer un toreo importante, aunque ahora no salga del todo. Efectivo, eso sí, con los aceros; un cañón.

Dicen de los toreros que serlo y parecerlo. David Ramírez lo parece y con el tiempo, cuando lo curta el oficio, también lo será. Porque esa apostura con la que luce la profesión es pura torería que nace de creérselo en ese sueño bonito de los chavales. Y aun en la bisoñez con la que anduvo en su encuentro con el ese extraordinario novillo que tuvo, ayer expresó valentía y un concepto muy sincero de sentirse torero. Que así fue como estuvo ante otro excelente novillo bravo y noble de El Parralejo enseñando un toreo con ambición de ser importante por ambas manos y llegando a donde tienen que llegar los toreros...al tendido.

¡Qué bonito y que torero sonaba ese Juncal de la banda en la merecida vuelta al ruedo del triguereño!

Mariscal le dejaba a la noche ya, un completo tercio de rehiletes. Solvente con el capote ante otro de los erales fuertes del encierro del Parralejo. Anda a gusto este Mariscal con los palos y no es de extrañar. De casta le viene al galgo. Arrollador y con solvencia Mariscal hincó las dos rodillas en el albero y le enjaretó una vibrante serie con mando y temple. Arrollador el torero pisando el acelerador en esa distancia corta donde el novillo se agobió demasiado. Voltereta fuerte. Ahí acabó el novillo. Acabó y cambió todo. Los aceros enterraron el triunfo.

Después, con los capotes recogidos sobre el brazo se fueron los toreros. La noche se la llevó a hombros Tirado. Otra vez el ayamontino….

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