Cultura

J. J. Díaz Trillo: Cantos de vida y esperanza

  • 'Llanos de la Belleza' se compone de 30 poemas para pasear por Andalucía y El Algarve portugués

'Llanos de la Belleza'.

'Llanos de la Belleza'.

Contiene Llanos de la Belleza treinta y nueve poemas a través de los que podemos pasear desde el cabo de Gata hasta el cabo de San Vicente, la Andalucía española y El Algarve portugués, desde donde Europa se volviera ecuménica. Quizás sea la fuerte presencia del paisaje, de la naturaleza, lo que termina por imbricar los distintos temas del libro, aunque cabría poner por encima la voz serena del poeta, una voz que, como en Rubén Darío, se convierte en cantos de vida y esperanza; una voz gozosa en su justo medio en la que resuenan los clásicos -Góngora, Bécquer, María Zambrano, Rodrigo Caro…- para celebrar a los amigos -Jorge Camacho, Juan Drago, Eugenio Chicano, su hija Martina…- y a la belleza, velado por un punto de nostalgia que quizás no sea más que reflejo inevitable de eso que entendemos por voz madura, esa que domina las emociones y los registros, que termina por decir con exactitud lo que quiere o lo que siente.

Díaz Trillo ya había publicado en 2020 (Donde da la vuelta el tiempo. Poesía 1979-2019, Versátiles Ed.) una amplia antología en la que, coincidiendo con su retiro de la primera línea política, observamos cómo esa larga etapa suya de representante -de poeta en la calle la llama él- no había impedido su constancia y dedicación primeras a la literatura, y en particular a la poesía. Estos Llanos se avanzaban en una sucinta selección editada -colección Planeta Clandestino, 198- en Logroño, 2017. Y un año antes nos entregaba su primera novela: Cándido en la Asamblea, en la editorial sevillana Point de Lunettes. En el prólogo a la antología señalada, y titulado precisamente “Poética y Política donde da la vuelta el tiempo”, nos dice: “La Literatura, pero la Poesía sobre todo, han tenido para mí una capacidad de síntesis y sugerencia que es difícil encontrar en otro lado y que, como si se tratara de un reactor químico, da al pensamiento político una cualidad mejor y más duradera, por meditada, verdadera y construida desde la voluntad de belleza.” Como hicieran muchos clásicos, fue capaz nuestro poeta de aunar “armas” (de la política, claro) y letras, y no desmayarse en ninguno de los dos intentos, como no desmuestra este último título de tan hermoso nombre.

Se denomina así, Llanos de la Belleza, a un paraje al pie del pueblo de Aroche en el que se encuentra la ermita de San Mamés y los restos de la ciudad romana de Turóbriga. Llanos y ciudad son cantados en sendos poemas del libro: “Espléndida Verdad que luce intensa/sobre una tierra de sombras extendidas,” dice sobre los llanos. “Turóbriga Ciudad, reciente luce tu esplendor/excavado en la tierra con una suerte leve/de noticias confusas: mercado en diagonal,/plaza constante, templo vencido hacia la calle,” canta a la ciudad. Pero la relación de espacio y libro no se queda en la anécdota, como vasos comunicantes fluye entre ambos una corriente de serenidad, de paz, de poesía, de belleza. Quizás sea sentado al pie de sus muros donde habría que leer estos poemas, donde podrían alcanzar su sentido preciso.

Cuenta Juan Cobos Wilkins en su magnífico prólogo cómo el poeta “escuchó el nombre hace ya muchos años, Llanos de la Belleza, y excitó su fantasía”. De aquella epifanía, estos poemas que ahora podemos leer maravillosamente alojados en algo que es sin duda más que un libro al uso, nacido de las hábiles y mágicas manos de Pablo Sycet en el que se funden palabra e imagen para terminar convirtiéndose en eso que se conoce como libro-arte, libro objeto o libro de artista y que inaugura la colección Versorido de la Fundación Olontia de Gibraleón.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios