Fila siete

Boxeo metálico

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva, CineVip Lepe, El Condado Cinemas 7 y Al Andalus Punta Umbría.- Título original: 'Real steel'.- Producción: Estados Unidos, 2011.- Duración: 127 minutos.- Dirección: Shawn Levy.- Guión: John Gatins basado en un argumento de Dan Gilroy y Jeremy Leven inspirado en un relato de Richard Matheson.- Fotografía: Mauro Fiore.- Música: Danny Elfman.- Montaje: Dan Zimmerman.- Intérpretes: Hugh Jackman, Evangeline Lilly, Dakota Goyo, Kevin Durand, Anthony Mackie, Hope Davis, Karl Yune, Olga Fonda, John Gatins, James Redhorn

Acero puro está ambientada en un futuro cercano en el que el boxeo se ha convertido en una disciplina deportiva de alta tecnología. Protagonizada por Hugh Jackman en el papel de Charlie Kenton, nos cuenta como un boxeador fracasado perdió la oportunidad de ganar un título cuando robots de 900 kilogramos y 2,50 metros de altura se apoderaron del ring.

Ahora, convertido en promotor de poca monta, Charlie sobrevive construyendo robots de mala muerte con chatarra, con los que pelea en combates de segunda fila. Charlie toca fondo y no tiene más remedio que trabajar con Max, su hijo. Juntos crearán y entrenarán a un firme aspirante al campeonato. El listón está cada vez más alto en un escenario pugilístico brutal y en el que todo vale. Pero contra todo pronóstico, Charlie y Max dispondrán de una última oportunidad para triunfar.

En el cine de anticipación, esa dicotomía entre la ciencia-ficción y lo fantástico nunca hubo este boxeo mecánico que nos presenta Acero puro, aunque si abundaran otros diversos y numerosos tipos de enfrentamiento entre criaturas creadas por la tecnología o la imaginación desorbitada de los humanos, prodigados en films como Terminator (1984), Star Wars, Episodio 3: La venganza de los Sith (2005) o Transformers (2007), por citar solo algunos, y sus interminables secuelas o precuelas, incluso.

Nada hacía esperar que un director como Shawn Levy realizador de Recién casados (2003) y Noche en el museo (2006), podría irrumpir en este género, pero así están las cosas en Hollywood y a muchos cineastas les gusta probar de todo. El resultado es una perspectiva visual muy llamativa donde la pretendida originalidad se mezcla con aspectos más bien sentimentales los cuales acogotan un tanto la elaboración de un producto donde tecnología y violencia, en ocasiones solo recurrente, suponen sus mayores atractivos de cara a la galería. La historia, basada tal como se nos cuenta en un relato corto de Richard Matheson, está considerable o exageradamente alargada, según se mire, y al final puede parecer excesiva.

Unos y otros elementos, conjugados muy discutiblemente por su director, Shawn Levy, se trasiegan muy difícilmente pese a sus almibaradas intenciones para contrarrestar su sobrecarga violenta, combates ilegales, complots, negocios sucios, amenazas y una fauna personal de bajos fondos, que suelen concurrir en estas prácticas supuestamente deportivas aunque aquí se ponga en manos o puños, mejor dicho, de criaturas mecánicas con las mismas malas intenciones que cualquier púgil sin escrúpulos. Y eso que aquí las peleas no es precisamente lo que más abunde.

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