Cultura

Bosquejos del horror minero

  • La Sala de la Provincia acoge una muestra de ilustraciones de Jaime Pandelet sobre los sucesos del Año de los Tiros

  • En febrero se cumplen 130 años de la matanza en Riotinto

Unas décadas antes de la represión franquista, la Cuenca Minera onubense ya tenía fosas comunes con vecinos enterrados para el olvido. No se sabe el número exacto; la oficialidad de la época los cifró en 13 pero hay referencias que lo elevan al medio centenar, e incluso que superan la centena. Fueron víctimas de la brutal carga policial sobre una manifestación multitudinaria en Riotinto; la primera con la que se atrevía a denunciar la población de la comarca las durísimas condiciones de trabajo y de vida alrededor de la explotación minera de los ingleses. Ocurrió el 4 de febrero de 1888, que para siempre quedó marcado como Año de los Tiros, muy presente, generación tras generación, entre las familias mineras onubenses que sobrevivieron a la masacre.

A pocos días de que se cumplan 130 años del suceso principal en la Plaza de la Constitución riotinteña, la Sala de la Provincia de la Diputación de Huelva le dedica una exposición protagonizada por los dibujos de Jaime Pandelet y los textos del periodista Rafael Moreno, cuyo libro 1888, el año de los tiros, ha sido reeditado en su primera versión ilustrada.

La diputada de Cultura ha ofrecido al autor que la muestra sea vista en toda la provincia

"La minería, para lo bueno, para lo malo y lo regular, es Huelva. Y es importante que la gente conozca su propia historia", apunta el prestigioso dibujante.

Jaime Pandelet (Madrid, 1959) confesaba ayer a Huelva Información que ha tenido que hacer un profundo ejercicio de contención para no dejarse llevar por la rabia y la ira al conocer los detalles de la vida minera onubense de finales del siglo XIX. "Es un tema muy duro para enfrentarse al papel en blanco. Utilizaban a niños de siete años para que se metieran en las galerías y colocaran los barrenos en las grietas, y luego les escondían cuando visitaba las minas el gobernador, para que no les viera y le molestara a la vista", dice entre improperios.

Anotaba anoche la diputada provincial de Cultura, Lourdes Garrido, en el acto inaugural, que puede que sea una de las primeras ocasiones en las que se muestren los padecimientos de niños y prostitutas, entre los grandes damnificados en la Huelva de la época, que sufrió mucho las condiciones inhumanas que trajo la explotación total de los ingleses en la mina.

No le cogía de nuevas al artista la historia. Afincado con su familia en Sevilla desde su niñez, también pasó un tiempo en la capital onubense hace 15 años, donde colaboró con Huelva Información y tuvo oportunidad ya de conocer Riotinto, Nerva y Zalamea la Real, escenarios clave en el Año de los Tiros, del que le llegaron entonces las primeras referencias directas.

Con la propuesta de Moreno para la reedición de su novela, Pandelet profundizó y empezó, dice, a conocer más de "la salvajada" cometida por la caballería del Regimiento de Pavía "y el egoísmo febril del capital y del dinero". "Hay que tener el alma muy negra para que no te suban escalofríos por la espalda al leer aquel pasaje triste y desgarrador de la historia".

La exposición, 1888. Riotinto: Lágrimas de pincel, consta de 13 acuarelas firmadas por Pandelet, que se acompañan de 24 paneles explicativos con precisa información sobre el contexto político, económico y social en el que se desarrollaron los sucesos de febrero de 1888. Riotinto, recuerda, era entonces una colonia británica privada "en la que eran dueños hasta del aire que se respiraba". Hay material fotográfico de la época, un audiovisual, y también documentos muy interesantes, como el inédito artículo del anarquista Maximiliano Tornet, instigador de las revueltas, en el periódico obrero El Productor, aportado por el director del Archivo de la localidad minera, Juan Manuel Pérez López.

Pandelet habló de la "obligación de colocarnos un post-it en la frente" para recordarlo. Lourdes Garrido compartió esta visión: "Es un acontecimiento histórico que ni España ni Andalucía ni Huelva deben olvidar. Aquí brindo la oportunidad para que esta exposición sea itinerante en la provincia y permita educar a la población, no sólo con arte sino con historia".

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