Bill Murray cumple 65 años entre fantasmas
Bill Murray cumple hoy 65 años, para muchos la edad de jubilación. Pero en lugar de eso, el actor estadounidense aparecerá en la nueva entrega de una de sus primeras películas, la cinta de culto Los Cazafantasmas (1984).
No es nada fácil contactar con Murray, que hace años despidió a su agente y portavoz. El único contacto que aparece en una base de datos de estrellas es el de un abogado, y tampoco este contesta cuando se le pregunta cómo piensa celebrar el actor su cumpleaños.
También los directores tienen que ingeniárselas para ofrecerle papeles en sus películas. Murray, alérgico a la publicidad, sólo permite que se los envíen a su apartado postal. Únicamente tiene teléfono móvil para estar en contacto con sus seis hijos, pero aparte de eso no le gustan las nuevas tecnologías, explica en las raras entrevistas que concede.
La directora Sofia Coppola tuvo que recurrir a su famoso padre, Francis Ford Coppola, para conseguir que Murray participase en Lost in Translation. Y eso que la cineasta escribió a su medida el papel de la vieja gloria del cine que rueda un anuncio de whisky en Tokio y que conoce a la solitaria mujer de un fotógrafo, interpretada por Scarlett Johansson.
Murray habría merecido el Oscar por esa película ya sólo por conseguir hacer reír y llorar al espectador sin mover una pestaña, con un gesto estoico y un áspero sentido del humor. Pero en aquel 2004 perdió su única oportunidad de conseguir la preciada estatuilla, que fue a parar a Sean Penn por su papel en Mystic River, de Clint Eastwood.
Al igual que Penn, también Murray es un outsider de Hollywood, un tipo raro, como muchos de sus estrafalarios personajes. Pero también encantador e idolatrado. Murray no sigue las reglas del negocio cinematográfico. Sólo asiste a los estrenos si le viene bien, aunque suele reaccionar bien a las sorpresas. En mayo participó en el último programa del late night de David Letterman. Ataviado con un overol (mono) y unas gafas de protección se subió a una enorme tarta, después de mezcó entre el público embadurnado en azúcar glaseado y durante la entrevista se le cayó media botella de vodka.
En su primer papel para la gran pantalla, Caddyshack (1980), se convirtió en el jardinero de un campo de golf que tenía que luchar contra los topos a las órdenes del cineasta Harold Ramis. Este último escribió cuatro años después el guión de Los cazafantasmas, en la que Ivan Reitman dirigió a tres científicos (Murray, Dan Aykroy y el propio Ramis) que fundaban una empresa para luchar contra los fantasmas. En 1989 Murray volvió a actuar en la segunda parte, Los cazafantasmas II.
Ramis también dirigió otra de las películas más míticas de Murray, Atrapado en el tiempo" (Groundhog Day, 1993), en la que el actor se convierte en un frustrado meteorólogo que cada año retransmite el Día de la Marmota desde la pequeña localidad de Punxsutawney y que en una de las ocasione empieza a ver cómo su día se repite una y otra vez.
Tuvo que pasar algún tiempo hasta que Hollywood le confió papeles no sólo cómicos. En Broken Flowers, de Jim Jarmusch, deslumbra como lacónico mujeriego. Y desde 1998 rodó en cuatro ocasiones con Wes Anderson, entre ellas Rushmore, The Life Aquatic with Steve Zissou y El gran hotel Budapest".
En su últimio estreno, St. Vincent (Theodore Melfi, 2014), Murray pasa de ser un bebedor solitario a ejercer de padre para un pequeño vecino.
Pero lo que los fans de Murray llevaban esperando durante 25 años es que volviera a convertise en un cazafantasmas. "Pensé en serio sobre ello durante muchos años", confesó la estrella en agosto al portal Vulture.com. Y ahora se ha dejado convencer por las actrices Kristen Wiig y Melissa McCarthy.
Así que ya es oficial: uno de los cazadores de fantasmas originales hará un cameo en la nueva entrega de Cazafantasmas", que en este caso estará protagonizada por mujeres. El actor no quiso desvelar nada sobre su papel, así que habrá que esperar al estreno de la película, en el verano de 2016.
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