La Biblioteca Nacional emprende un nuevo modelo de gestión
La BNE, la institución cultural más antigua de España, estrena ciclo gracias a su nueva gobernanza, que le permitirá generar ingresos propios alquilando sus espacios y acercarse así al top de las bibliotecas nacionales, la francesa. "Es el inicio de un reto", asegura a su directora, Ana Santos.
El Boletín Oficial del Estado publicó ayer la designación de los vocales que restaban para la constitución de su nuevo Patronato, es decir, Elisa Ruiz, José Luis Colomer, Javier Krahe, Íñigo de la Riva, José Manuel Delgado, Beatriz de Moura, Ymelda Navajo y Raimundo Pérez-Hernández, que se suman a los ya nombrados en junio, entre los que están Mario Vargas Llosa o César Alierta.
La BNE se ha dotado de nuevas "hechuras", es decir, un nuevo estatuto, al igual que el Prado y el Reina Sofía, y el Patronato, que preside Luis Alberto de Cuenca, es ahora el órgano colegiado de gestión.
De él depende una comisión permanente que se va a reunir "para aprobar todo, para ver todo" y que tiene prevista su reunión constitutiva para a finales de febrero. Uno de los más ambiciosos objetivos "de la nueva BNE" es aumentar "su capacidad de ingresos extrapresupuestarios", es decir, alquilar, como hace desde hace años la Biblioteca Nacional Francesa, sus espacios, o acudir a otros servicios de valor añadido que puedan generar ingresos propios.
La Biblioteca Nacional de Francia es un ejemplo al que ella "siempre aspira" porque es una institución estructural y clave para la cultura francesa, que genera "muchos ingresos" porque, entre otras cosas, alquilan sus espacios "para desfiles, para cenas...".
"Esto es lo que nosotros pensamos que debe ser a partir de ahora, una vez que este gobierno ha aprobado el estatuto".
La BNE custodia 32 millones de fondos, no solo libros y revistas, sino también de todo lo que se edita en España como pueden ser discos, partituras, mapas o incluso películas.
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