Mucho ha pasado ya desde que Pedro Almodóvar le abriera hueco en el reparto de su exitosa Todo sobre mi madre, aunque todos los que la vieron entonces no olvidan a aquel personaje, Agrado, que se incorporó para siempre al imaginario colectivo vinculado al director manchego. Ahora la rescata Antonia San Juan en Mi lucha, el nuevo espectáculo teatral con el que cierra una muy personal trilogía de monólogos que mañana viernes llega a Huelva.
No le gusta referirse a ellos como monólogos y los define, más bien, como proyectos unipersonales. Porque aquí, la actriz canaria se vale de quince personajes que van desfilando por el escenario en una demostración de su versatilidad para cambiar de piel interpretativa. San Juan, una vez más, se mueve entre la comedia y el drama con extrema facilidad y llevando siempre de la mano al público, en este caso para colocarle ante situaciones que a todos le son familiares, aunque a veces la exposición se lleve a extremos.
Esta obra recopila textos de Félix Sabroso, Enrique Gallego y de la propia actriz, que dirige en esta ocasión la escena para acabar ese camino que abrió hace unos años con Otras mujeres y Las que faltaban, los otros dos "espectáculos unipersonales" con las que ha triunfado Antonia San Juan (Las Palmas de Gran Canaria, 1961) por los escenarios españoles y en sus giras por América Latina.
El avance del espectáculo habla de los múltiples paradigmas vitales que acechan a los seres de hoy, como parte destacada en las distintas partes del texto, entre los que se encuentran la soledad al amor, pasando por la enfermedad, la muerte o el egocentrismo.
Así es como aparecen sobre el escenario la hermana gemela de Antonia San Juan, "que, por cierto, no soporta a su hermana y envidia su fama y éxito internacional", o la "damita inocente" que cuenta al público la historia de su matrimonio mientras sostiene la cabeza de su marido en la mano.
Con Mi lucha, aseguran, la actriz vuelve a demostrar "que su talento interpretativo no tiene límites y que los roles que la han hecho popular no son más que una pequeña muestra de lo que es capaz de hacer".
El peso de la comedia, aquí, prevalece entre momentos también dramáticos, pero el espectáculo, deja claro San Juan, está concebido para que todos los espectadores pasen "un rato fantástico", en el que la complicidad con la actriz está asegurada, como sólo ella sabe hacer, llevándose al público a su terreno desde la primera escena.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios