Cultura

Amargo presentará en Itálica su primera gran producción en siete años

  • 'Dionisio... la vid y mil noches...' mezcla flamenco, danza y teatro textual para hablar de pasiones

El bailarín y coreógrafo Rafael Amargo, en el Teatro Romano de Málaga.

El bailarín y coreógrafo Rafael Amargo, en el Teatro Romano de Málaga. / puntopress

Después de hacer televisión y "muchos montajes de corta y pega" llegó la hora de "tirarse a la piscina" para Rafael Amargo. El bailarín y coreógrafo, con su compañía de teatro danza, presenta en el ciclo Teatros Romanos de Andalucía su primera gran producción en siete años. Dionisio... la vid y mil noches es el título de la obra que se verá esta semana en Málaga y la próxima, del día 7 al 10, en Itálica. Un espectáculo en el que Amargo sube al escenario a un elenco encabezado por la estrella argentina Hernán Piquin, junto a actores y actrices como Antonio Albella, Luciana Bongianino y Cecilia Sarli, el bailarín malagueño Benjamín Leiva y once músicos y voces, entre ellos José del Tomate.

De la mano del coreógrafo y Premio Nacional Ramón Oller ha creado este montaje con el inspirador nombre del "rey de los placeres, uno de los últimos dioses griegos, hijo de Zeus, el más lujurioso", explicó Amargo en la presentación del montaje en Málaga. "Hemos juntado una banda de muchísimos profesionales, es un casting muy variopinto, se mezcla la danza clásica, la contemporánea y el flamenco, pero también integro la palabra, porque la compañía cambia a teatro-danza, poco a poco voy reciclándome y ya tuve la oportunidad de empezar con el teatro de texto", relató Amargo, que destacó la composición musical, el hilo conductor de la obra creado por el malagueño Jesús Durán.

"En Dionisio se cuenta la vida", apuntó el coreógrafo Ramón Oller, que por primera vez trabaja codo con codo con Amargo para montar una producción completa. "A través de los dioses lo que se explican son las grandes pasiones de una manera muy particular que mezcla todo tipo de danza", agregó, y subrayó que "hemos intentado hacer la danza más buena posible, comunicativa, que lleve al público muchas emociones". Para Oller lo más importante de la obra es la pasión que ha puesto cada uno de los intérpretes. "He intentado sacar el máximo de cada uno de ellos", declaró. Y como líder indiscutible Rafael Amargo en el papel de Dionisio. "Todo gira por su energía, su presencia y, a veces, la no presencia, porque aunque sea desde las sombras, es el que mueve todos los hilos", añadió el coreógrafo.

En tan sólo unas semanas, comenzaron con la producción el 28 de mayo, y "pasando muchas fatigas", como señaló Amargo, han puesto en pie "un espectáculo de gran formato, de gran factura que verdaderamente no he hecho en estos años de crisis". Su vuelta a los ruedos, como dice, la vive "con mucho respeto". También es consciente que el Dionisio que interpretará ahora no será el mismo que llegue al Festival Internacional de Danza de La Habana ni a la Gran Vía madrileña. "Se irá moldeando poco a poco", confesó. "Lo bueno que tiene este espectáculo es que me acerco mucho a lo que quiero, trabajar también con la palabra, con grandes bailarines, con niños, quiero formar una compañía de teatro danza y este es el formato que queremos seguir haciendo", concluyó Amargo.

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