Adiós Pepe Isidro, cantaor de fandangos

Camilo Gómez Cruz

18 de octubre 2013 - 05:00

Pepe Barreda Benítez conocido como Pepe Isidro, hijo del gran cantaor onubense Paco Isidro, ha fallecido tras una larga enfermedad, que le tuvo estos últimos años retirado y apartado de su afición del flamenco.

La afición, que digamos, le llegó bastante tarde, pues de joven nunca le había atraído este mundo, ni se le hubiese pasado por la imaginación que algún día hubiera hecho sus pinitos, le gustara y, además, lo interpretara, pero los genes nos vienen de herencia; además, sin querer, lo llevamos con nosotros y un día cualquiera nos salta y se nos presenta, teniendo que asumirlo, vivirlo. Y eso es lo que le pasó a nuestro amigo Pepe Isidro.

Como hemos dicho, Pepe empezó a escuchar y cantar de mayor, se dio cuenta que tenía facultades, voz, un nombre y apellido que había significado mucho para el flamenco de esta tierra, no podía quedarse impasible, por que lo se decidió un día a cantar, y fue un digno sucesor de su querido padre, el que llevó, popularizó y paseó por toda España la grandeza de nuestros fandangos, y de manera especial los del estilo que creó Paco Isidro, que su hijo Pepe continuó interpretando de forma y manera inigualable, con unas grandes facultades, con voz flamenca y bonita, que era una delicia poder escuchar, pues nos transmitía, sin darse cuenta el encanto y recuerdo heredado de su padre, pero con la personalidad propia que poseía, su potencia de voz en los fandangos valientes de Huelva, el regusto que imprimía al ejecutar el estilo con aires de Manolo El Acalmao, al meter dos estrofas del fandango en una sola; aquella letra que decía: "Deja que se junda el mundo/ y ten confianza en mí/ y se junten huracanes/ te defiendo hasta morir/ mi palabra es la que vale".

El estilo de Pérez de Guzmán, con las dificultades que presenta Pepe lo cantaba muy bien.

Pepe Isidro estuvo siempre dispuesto a colaborar con las peñas flamencas de Huelva y provincia, participar en festivales de tipo benéficos, actuando siempre de forma altruista en cualquier acto para el que fuese solicitada su presencia, pues él disfrutaba con poder participar y cantar.

Con la muerte de Pepe Isidro se fue uno de los estandartes más representativos de la Historia del Fandango de Huelva, junto a su padre el gran Paco Isidro, que durante casi un siglo han mantenido viva la llama de nuestros fandangos y que han transmitido a los nuevos valores del flamenco actual, que continuarán llevando y cantando el estilo inmortal del gran Paco Isidro.

Desde aquí nuestro más sentido pésame, a su señora e hijas. Descanse en paz.

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