El Thyssen-Bornemisza acoge la primera exposición de Munch en España en 30 años

Edvard Munch regresa a España más de 30 años después, y lo hace con la exposición que el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid, dedicará a partir del 6 de octubre al artista noruego, uno de los padres de la modernidad pictórica junto a Cézanne, Gauguin o Van Gogh. A través de 80 obras, la mitad de ellas procedentes del Museo Munch de Oslo, Edvard Munch. Arquetipos mostrará "un amplio catálogo de modelos emocionales del hombre contemporáneo".

Paloma Alarcó, comisaria de la muestra, afirma que Munch nunca abandonó la figuración, "pero se alejó de cualquier imitación del natural a través de un lenguaje simbólico y expresionista muy radical y del uso de diversas estrategias artísticas que le permitieron orientar el espacio hacia una dimensión psíquica". Mediante un sistema de metáforas, y de personajes y acciones arquetípicas, investigó una nueva fórmula artística en la que utilizó el anonimato de sus personajes y la repetición de secuencias temáticas para "diseccionar el alma", como él mismo decía.

Alarcó ha dividido el recorrido en nueve apartados que ilustran las inquietudes de este pintor muy influido por el teatro de Ibsen y Strindberg. Pinturas que muestran el lenguaje simbólico, poético y de gran intensidad emocional y existencial, como en su famosísimo El grito (cuya versión litográfica, de 1895, recoge esta exposición) de la obra de un hombre que llegó a afirmar que "enfermedad, locura y muerte fueron los ángeles negros que velaron mi cuna".