Spike Jonze vuelve con 'Her', una mirada a la soledad y el amor platónico

Spike Jonze estrena este viernes Her, una película que habla de los problemas del ser humano para relacionarse con sus iguales y buscar la felicidad, o para precisar más, como apuntó él mismo ayer en Madrid durante una visita promocional, "sobre la dificultad para intimar con otras personas".

Si en su primer filme, Cómo ser John Malkovich (1999), Jonze conseguía meter al espectador en la cabeza de ese mismo actor, ahora, en Her, recrea un entorno futurista en el que un hombre se enamora de un sistema operativo que acaba de instalar en su ordenador. Scarlett Johansson presta su voz (en la versión original sin doblaje, naturalmente) a la sexy y eficaz Samantha, un software diseñado para empatizar con sus usuarios, de tal modo que uno de ellos (Joaquin Phoenix) encuentra en ella, por fin, a su alma gemela, y a una aliada para superar una ruptura reciente (su ex esposa es Rooney Mara).

A pesar de un enunciado así, que podría esconder un chiste malo, lo que hay detrás es una emotiva historia de soledad y amor platónico que pone en evidencia la incapacidad del hombre, un peter pan de manual, incapaz de reconocer que lo es, e incapaz de abrir su corazón y compartir su vida. Por eso, quiso dejar claro Spike Jonze, la ambientación futurista es "sólo el envoltorio" de la historia que quería él contar. "Trato de explicar el deseo de los humanos de lograr la intimidad con otras personas".

Jonze tiene fama de gamberrete, pero él asegura que eso son cosas del pasado. Parte de esos rumores provienen de sus comienzos como socio fundador del programa televisivo Jackass. Tras realizar muchos videoclips, entre ellos algunos clásicos de los Beastie Boys o Fatboy Slim, rodó, aparte del ya mencionado debut, El ladrón de orquídeas (2002) y Donde viven los monstruos (2009).