El correcto uso de los intermitentes es fundamental para la seguridad vial, pues evita tanto atropellos como alcances, además de otro tipo de siniestros. Y es que "las advertencias ópticas son el principal medio para comunicarnos con el usuario de la vía", explica Juan Ignacio Serena, jefe de Sección del Área de Formación de Conductores de la DGT, en la web de la Dirección General de Tráfico. "Sin ellos, la convivencia es complicada".

Aunque este elemento vital en la conducción no es utilizado por una gran mayoría de los conductores en algunos supuestos, como señala el informe 'Observatorio sobre el comportamiento de los conductores 2022', elaborado por Autopistas, que revela que tan solo "el 33% de los vehículos ligeros señaliza la maniobra de adelantamiento y el regreso al carril de origen".

Otro aspecto relacionado con los intermitentes es que muchos conductores los usan mal, pues los activan inmediatamente antes de realizar la maniobra, algo con lo que únicamente conseguirán "sorprender, provocar situaciones de riesgo o incluso desencadenar un accidente", explica Serena. "Siempre hay que usarlos con suficiente antelación, en función de la situación y la velocidad del vehículo y del tipo de maniobra. Y respetar la regla fundamental de seguridad RSM (Retrovisor-Señalizar-Maniobra, en ese orden)". Pero, ¿en qué ocasiones es obligatorio utilizarlos?

Estas son las 6 maniobras en las que, por norma, se deben usar los intermitentes

Tanto en los cambios de carril como en los giros y cambios de sentido y adelantamientos, señala la DGT, es obligatorio utilizar los intermitentes. Además, se debe seguir en los tres casos la regla RSM: mirar si puede hacerse la maniobra con seguridad, señalizarla y ejecutarla. En el último caso se recomienda avisar con más antelación, para alertar a los demás vehículos de nuestras intenciones.

Muchos accidentes de tráficos que se dan en las glorietas ocurren por una incorrecta, o tardía, señalización. Cuando, dentro de una rotonda, se pretende cambiar de carril o, directamente, salir de ella, la DGT avisa de que es imprescindible usar el intermitente.

A la hora de incorporarnos a la circulación, ya sea a una autopista, autovía o, simplemente, desde un estacionamiento, también se debe activar los intermitentes, pues así avisaremos a los demás conductores y, en la medida de lo posible, nos facilitarán nuestra maniobra. Cuando aparquemos o realicemos una parada también es obligatorio señalizarlo, para así advertir al resto de vehículos, sobre todo a los que circulen detrás nuestra, para que puedan adelantaros y la circulación fluya.

Las multas por no utilizar los intermitentes pueden llegar a los 200 euros y, aunque se activen, si no se hace con la suficiente antelación, podría suponer una sanción de 80 euros.