Como parte de su estrategia Vorsprung 2030, Audi está dando pasos para prepararse para la producción exclusiva de coches eléctricos. Es lo que llama 360factory y que permitirá que, a finales de esta década, todas sus plantas de producción en el mundo ya ensamblen vehículos eléctricos.
Como antesala de esto, a partir de 2026 ya sólo lanzará al mercado modelos con batería e iniciará el descenso gradual de la producción de coches con motores de combustión, para en 2033 abandonar su ensamblaje… al menos, en los países occidentales. Y es que, probablemente, más allá de esa fecha podría continuar suministrando coche de combustión producidos localmente en lugares como China, siempre que la demanda así la demanda así lo aconseje.
En la actualidad Audi produce sus coches eléctricos en dos sitios: Böllinger Höfe (Alemania) y Bruselas (Bélgica). En estas plantas fabrica, respectivamente, el e-tron GT y el Q8 e-tron, mientras que las dos variantes del Q4 e-tron son producidas en la factoría nominalmente de Volkswagen de Zwickau (Alemania).
La de Ingolstadt, la casa de Audi, tendrá su primer coche eléctrico este 2023: el Q6 e-tron. A ella se sumarán Nekarsulm (Alemania), San José Chiapa (México) y Györ (Hungría) en sucesivos años. La marca aún no ha revelado la asignación de modelos para cada una de ellas.
También los producirá en la fábrica que está levantando en Changchun (China) junto con FAW que hará modelos basados en la plataforma PPE a partir de 2024.
Audi presume de basar la producción de eléctricos en su red de fábricas ya existente, en una transformación que, por ejemplo, llevará a la firma a invertir 500 millones en nuevas capacidades para sus empleados, mientras que la nueva planta china responde exclusivamente a la necesidad de sumar capacidad adicional de fabricación donde espera un aumento de la demanda.
Para garantizar que la producción futura sea económica, Audi quiere reducir los costes anuales de fábrica a la mitad de cara a 2023 rebajando la sofisticación técnica de sus coches donde la complejidad no beneficia al cliente: un objetivo prioritario será considerar la producción desde el desarrollo temprano de cada uno de los vehículos.
También seguirá digitalizando la producción o recurriendo al ensamblaje modular, así como realizando una planificación virtual de las líneas de montaje que ahorren el uso de recursos, por ejemplo.
Otra fórmula será la máxima flexibilidad a la demanda. Para ello, por ejemplo, un Q6 e-tron se fabricará en Ingolstadt en la misma planta que los A4 y A5. Así, con el tiempo, los eléctricos irán reemplazando gradualmente a los de combustión en las líneas de producción.
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